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LEGANÉS

Leganés, entre el silenzio stampa o el ejemplo por el caso Garcés

Fuentes del club confirman que habrá sanción, pero no la dureza. Hay dudas de si hacer público el castigo y tratarlo de manera interna o dar ejemplo dando a conocer su magnitud.

Actualizado a
Leganés, entre el silenzio stampa o el ejemplo por el caso Garcés
CHEMA DIAZDIARIO AS

El Leganés está meditando si hacer pública o no la sanción que ejecutará sobre Borja Garcés después de que el delantero melillense se ausentara este sábado del entrenamiento previo al partido contra el Tenerife para asistir a la boda de su hermano sin el permiso del entrenador y tampoco del club.

Fuentes del Leganés consultadas por As han confirmado que el caso se tratará de manera interna y que están valorando si dar a conocer el castigo. En todo caso, dejan claro que sanción habrá sí o sí, aunque por ahora sin desvelar la magnitud. El jugador podría ser punido por dos vías. La primera, por el régimen interno del club. El segundo, por la vía del convenio colectivo para futbolistas, en el que se recoge la opción del despido como mayor castigo.

El régimen disciplinario de este texto fija que, en casos de faltas muy graves, como sería el caso de Garcés, se podría llegar a este extremo. Este documento también recoge la posibilidad de suspensiones de empleo y sueldo de 11 a 30 días y por un importe máximo del 25% del salario mensual, al tratarse de un jugador que percibe menos de 100.000 euros mensuales. En todo caso, para ejecutar esta vía se tiene que abrir un expediente disciplinario, recoger alegaciones del jugador y proceder a la sanción. Esta vía prescribe el próximo 2 de noviembre.

Esta ausencia momentánea de comunicado alguno por parte del Leganés se solapa al silencio oficial que también mantiene el propio futbolista. Aunque inicialmente se filtró que podría dar a conocer un texto dando su versión de los hechos a través de sus redes sociales, por ahora no hay postura alguna más allá de lo deslizado por el entorno del jugador y el propio futbolista a medios de comunicación.

Garcés cuenta que el club no le prohibió expresamente viajar a Melilla para asistir a la boda de su hermano, de tal manera que lo entendió como una autorización implícita pese a que Garitano no le había concedido ese permiso. El jugador viajó la noche del viernes a Melilla para asistir por la mañana del sábado a la ceremonia religiosa y, a renglón seguido, salió rumbo a Madrid. Aterrizó en la capital pasadas las tres de la tarde. El equipo se entrenaba desde las 11:00.

Cuando se confirmó la ausencia de Borja, Garitano comunicó a la plantilla los motivos y les avisó de que, mientras él fuera entrenador del Leganés, Garcés jamás vestiría la camiseta del Lega. Su decisión, insiste el técnico de Bergara, nada tiene que ver con la derrota y la habría mantenido igual si se hubiera ganado a los chicharreros porque, en su opinión, el comportamiento del ariete se trata de una “aberración” y una “barbaridad”, como dejó claro en rueda de prensa. “Ha faltado el respeto a mí, al club, a la ciudad…”, remató contundente. “Yo sé lo que voy a hacer yo…”, comentó también en varias ocasiones dejando en el aire la posible decisión del Leganés como entidad.

El primer entrenamiento del Leganés tras esta crisis sin precedentes en la entidad será hoy lunes a las 16:30 en la ID Butarque. La ausencia o presencia de Garcés será el principal elemento informativo de una sesión con la que comenzará una semana trascendental, previa a la compleja visita al Almería del viernes.