El Toralín será una final para José Ángel Ziganda
La bronca del Tartiere al final del choque ante el Burgos y la racha de seis semanas sin ganar amenazan el futuro del técnico navarro en el Oviedo
El fin a la racha de cinco empates consecutivos llegó de la forma menos esperada: con una dolorosa derrota en el Tartiere ante el Burgos (1-3), la primera en casa de la temporada y la segunda en todo el curso. El conjunto de Calero fue más sólido ante un Oviedo que olvidó su fortaleza defensiva y estuvo incómodo en el campo. La afición despidió a jugadores y entrenador con una bronca notable.
Ziganda aparece ahora señalado como máximo responsable de la marcha del equipo, que se acerca peligrosamente a los puestos de peligro de la clasificación. Acumula seis semanas sin ganar y a los problemas de resultados se suman ahora los de juego, con un equipo sin un patrón claro sobre el terreno de juego.
Por eso, el choque del domingo en el Toralín ante la Ponferradina, una de las sorpresas del campeonato, es tan importante. Se juega su crédito el equipo pero, sobre todo, Ziganda, que ayer vio cómo por primera vez el público le dedicaba una sonora bronca. En Ponferrada habrá más que tres simples puntos en juego.