Jen Beattie: ni un cáncer en plena pandemia ha podido pararla

Jen Beattie es una de esas heroínas sin capa ni espada que la vida puso a prueba y ella ha sabido seguir adelante. Fue el fatídico 8 de octubre de 2020 cuando Jen recibió la noticia: tenía cáncer de mama. En plena pandemia, Beattie notó un bulto que no era normal en su seno y fue al médico. No quería dejar pasar más tiempo a pesar del miedo de poder contraer el COVID. "Tengo amigos que trabajan dentro del NHS (Seguridad social inglesa) y me decían que el número de pacientes diagnosticados por cáncer había disminuido masivamente, porque la gente tenía miedo de entrar debido al Covid, estaban aprensivos y tenían ansiedades masivas por ir a los hospitales, lo cual puedo entender completamente", dijo en una entrevista a The Guardian poco después del diagnostico. Su proposito era concienciar, no sólo a las mujeres, sino a todo el mundo.

"La idea de hablar, en última instancia, era ayudar a otras personas. Cuando la gente me escribe diciendo: 'No tenía la confianza, pero ahora he concertado una cita con mi médico de cabecera, muchas gracias por hablar'... eso para mí significaba absolutamente todo", sentenció. Un cáncer, que por suerte, no había crecido demasiado gracias a su rápido diágnostico. De hecho, Beattie decidió seguir con su vida normal, entrenar con sus compañeras y no dejar el fútbol de lado. Seguir jugando para marcarle un gol al cáncer de mama. Durante el proceso de recuperación, además del tratamiento de radioterapia, se sometió a una cirugía para extirpar el bulto. Ahí se dio cuenta de la importancia de no dudar en acudir al especialista. El cáncer no se había extendido por su cuerpo y no se tendría que someter a quimioterapia.

El fútbol como terapia

Tres días después del diagnóstico, Beattie jugó en el triunfo del Arsenal frente al Brighton marcando un gol. "Siento que la celebración de ese gol resume toda la experiencia y cómo reaccionaron mis compañeras a todo esto. Han sido increíbles y muy positivos, haciendo preguntas y estando ahÍ", explicaba. Pero su gran día llegó en el duelo entre el Arsenal y el Manchester City, su exequipo. Fue el pasado 13 de diciembre y Jen entró en el vestuario y vio las camisetas de calentamiento adornadas con su nombre y número en rosa. "Fue abrumador, por decir lo menos", reveló. No fue sólo el Arsenal, el City se unió el homenaje con las mismas camisetas.

"Lo que los clubes hicieron ese día fue increíble. Ver el número cinco en rosa en todas partes fue un momento muy, muy surrealista, pero especial al mismo tiempo. Me emociona pensar en ello, porque, de nuevo, muestra el espíritu comunitario dentro del juego", dijo emocionada Jen. El fútbol fue uno de sus mejores tratamientos como ella misma cuenta en The Guardian: "El principal efecto secundario de la radioterapia es la fatiga, pero el ejercicio puede ayudar. Así que al entrar en 2021 solo quería centrarme en el fútbol y deshacerme del confinamiento, poder ver amigos y familiares lo antes posible, porque realmente no he podido procesarlo con todos, y eso ha sido difícil. Se siente como hace una década, pero solo son cuatro meses y en realidad todavía lo estoy procesando en mi propia cabeza". Su tratamiento de radioterapia terminó antes de Navidad. Como un regalo más. "Tan pronto como terminó el tratamiento, era yo. Tal vez esa sea la futbolista que hay en mí: solo esperas el día siguiente y te despiertas y te vas. Ojalá pudiera pasar más tiempo con la familia, el Covid no ayudó en absoluto a esa situación. Pero muchas personas están en las mismas situaciones o mucho peores", explicó y añadió: "Así que tengo que estar agradecida de que incluso en el lado pequeño de las cosas pueda levantarme e ir a trabajar. Eso fue enorme para mí mentalmente poder hacer eso y lidiar con lo que estaba pasando".

"Me alegro mucho de haber entrenado y jugado durante todo el proceso, porque me ayudó de muchas maneras mentales y físicas a tener un enfoque diferente", dice.

El miedo es algo inato y como nos hubiera pasado a todos, Beattie también sintió que el mundo se le venía encima cuando escuchó la palabra cáncer: "Seré honesta, automáticamente piensas lo peor. Yo hice la pregunta: ¿Voy a morir? Fue un pánico total y una incredulidad y estaba asustada. Ese fue el factor primordial durante todo el proceso. Si tienes 29 o 79, realmente no importa y es posible que tengas que lidiar con eso en algún momento. Es posible que lleve el estilo de vida más saludable posible, pero aún así deben ir a revisar estas cosas y tener consciencia real de lo que sucede en sus cuerpos". Un ejemplo de que la prevención y la rápida detección es clave para que el cáncer no te cambie la vida. Beattie sigue jugando en el Arsenal y continúa siendo clave en su selección, hace una vida normal, como la de cualquier futbolista. El cáncer de mama no le paró, pero sobre todo gracias a que no dudó en buscar ayuda al más mínimo síntoma.