El Girona entra en barrena y rememora un pasado oscuro
Acumula seis derrotas en diez partidos. Sólo ha sido capaz de sumar ocho puntos. Desde el regreso al fútbol profesional únicamente hizo menos puntos (siete) la 2011-12.
El Girona debería ser un bípedo colocando primero el pie derecho y después el izquierdo para caminar con paso firme. El conjunto rojiblanco se está viendo atizado por una crisis de resultados que le están impidiendo encontrar la felicidad. Suma seis derrotas en las diez jornadas de Liga que se contabilizan y los nervios y las dudas son una constante en el día a día. Este jueves, ante el Mirandés, no se puede fallar y uno de los aspectos positivos y que pueden impulsar a la plantilla es que jugará con el aliciente que un triunfo podría sacarles de la zona de descenso. Pese a los malos resultados, el Girona tiene la permanencia a sólo dos puntos de distancia.
El bloque de Michel debe sacudirse de encima el cartel de equipo débil que arrastra últimamente porque las seis derrotas que acumula hasta la fecha se han producido en los ocho últimos encuentros. Es una cifra que escuece en Montilivi y, además, parecía olvidada. Y es que toca remontarse hasta la temporada 1958-59 para ver al Girona perder seis de los diez primeros partidos ligueros. Este curso se ha caído ante Ponferradina (2-1), Sporting (1-2), Málaga (2-0), Almería (1-2), Lugo (1-0) y Huesca (1-3) y urge una reacción porque el resto de partidos tampoco es que se hayan sumado victorias. De 30 puntos posibles se han cosechado sólo ocho (dos victorias y dos empates).
Michel cuenta con la confianza y el apoyo de la directiva y de su plantilla. La pasada semana contra el Huesca apostó por un cambio de sistema (3-5-2) que dio mayor alegría al juego y le permitió ser superior al rival. Eso sí, faltó pegada. “Jugando de esta manera ganaremos más partidos de los que perderemos”, se comentó desde el vestuario rojiblanco. El problema es que los triunfos no llegan y toca enderezar el rumbo cuanto antes. La situación es delicada por el nefasto arranque liguero (el segundo peor desde el regreso al fútbol profesional en 2008), pero “no se debe ver el vaso medio vacío”. La temporada 2011-12 se llegó a la jornada 10 con un punto menos que ahora, siete (cinco derrotas, cuatro empates y sólo un triunfo), y se acabó salvando la categoría. Eso sí, Raül Agné fue destituido en la jornada 20 y hubo dos entrenadores más aquel año: Uribe y Salamero. Evitar este pasado oscuro e inestable es el objetivo a día de hoy.