Gavi, una amarilla cada 3,75 faltas
Koeman está contento con su fútbol y su agresividad, pero ve importante que no condicione los partidos al equipo y a él mismo. Hace 1,8 faltas por partido; Busquets, 0,9.
No hace falta estudiar con atención su juego para ver que Gavi es un futbolista intenso. Su perfil como futbolista, todoterreno, no tiene sólo que ver con finura en el juego. Trabaja mucho, hace metros, mira por el equipo y, si tiene que rascar, rasca. Gil Manzano le mostró su tercera tarjeta consecutiva en los tres últimos partidos de Liga. Se lo explicó gestualmente: por acumulación.
Gavi ha cometido 1,87 faltas por partido desde que viste la camiseta del primer equipo del Barça. En LaLiga ha hecho nueve faltas en seis partidos (1,5 de media); en la Champions, seis en dos partidos (tres de media). Su estadísitica subió incluso en la Nationes League, en la que cometió nueve faltas en dos partidos, a 4,5 por partido. Ha visto ya cuatro tarjetas con el Barça, lo que supone que ve una cartulina cada 3,75 faltas que hace.
El número es elevado. Por compararlo, por ejemplo, con Sergio Busquets, el de Badia ha hecho nueve faltas en ocho partidos en Liga y ninguna en dos partidos de Chapions. Una media, pues, de 0,9, la mitad que las de Gavi. Las amarillas, pues, no tienen que ver con su cara adolescente y una falta de respeto de los árbitros. Podría decirse que la fogosidad está siendo castigada con un rasero justo.
Koeman está feliz con el fútbol y la agresividad de Gavi. Forma parte de su manera de jugar, pero quiere matizárselo para que sus tarjetas no condicionen, no sólo al equipo, sino que le limiten durante los partidos. Lógicos matices que pulir para un crío que está consiguiendo una heroicidad: asentarse en el once inicial del Barça con sólo 17 años y dos meses. Ya le darán los veteranos los consejos oportunos. Su fútbol, de momento, pesa muchos más que sus faltas.