Canarias se tiñe de amarillo
Las Palmas consigue una agónica victoria en el tiempo de descuento. JonathanViera hizo el 1-0 y Elady Zorrilla empató en el segundo tiempo.
Con el panorama soñado. Así celebró la Unión Deportiva Las Palmas una nueva victoria sobre un gran CD Tenerife, que probablemente hizo méritos para rascar, al menos, un punto. En el descuento del segundo tiempo, con ambos equipos dando por bueno el empate, Lemos lanzó una falta al corazón del área blanquiazul que se acabó colando en la portería de Soriano para regocijo de Gran Canaria entera, que rugió al unísono con ese 2-1. En la vuelta del público al derbi canario, los muchachos de Pepe Mel mantienen su clara tendencia al alza ante un Tenerife que demostró argumentos de sobra con los que justificar su excelente inicio de temporada.
Como asumiendo una inferioridad que no era tal, acaso cediéndole todo el protagonismo a Las Palmas, el Tenerife empezó el partido esperando descaradamente atrás. Su idea pudo ser bien pronto un pecado mortal, pues apenas habían transcurrido 180 segundos partido cuando una delicia de Viera a Jesé, ni que fuera un simbólico beso volando, dejó a este último solo delante de Juan Soriano, al que le llegó mansamente la pelota salida de la bota derecha del 10 amarillo.
Aunque los muchachos de Ramis empezaron a amasar un mayor porcentaje de posesión de balón, las principales ocasiones, que tampoco es que hubiera tantas, llegaron del lado grancanario como en aquella peligrosa falta que Mfulu le sacó a Sanz y que fue lanzada por Álvaro Lemos sin excesivo peligro. Mas el Tenerife empezaba a desperezarse, y hasta Michel se atrevió con un potente derechazo desde fuera del área que se marchó más allá de la portería de Raúl.
Poco a poco, sin apenas darse cuenta, Las Palmas estaba cayendo enredada ella misma en la tela de araña defensiva perfectamente tejida por el Tenerife, que no dejaba triangular al potente frente de ataque amarillo. Sin embargo, cuando el talento se alinea poco o nada se puede hacer, y ahí tiene Pepe Mel tiene tantos recursos como el que más en la categoría. Ocurre que, casi de la nada y como queriéndole devolver el favor del comienzo del partido, Jesé le lanzó una delicia a Viera, que definió a la perfección para hacer el 1-0. La celebración fue tardía, pues hubo que espera a que el VAR diera su consentimiento.
La UD se vino entonces arriba, aunque no pareciera lo hiciera con excesiva claridad. Tampoco es que el Tenerife hiciera mucho por al menos empatar, así que lo natural, y es cómo sucedió, era que se llegara con la mínima ventaja amarilla al descanso.
Le faltó mordiente a Las Palmas en el segundo tiempo, acaso más interés en que el Tenerife no hiciera el empate a que el propio equipo grancanario ampliara. Como no podía ser de otra forma, lo pagaron caro las huestes de Pepe Mel.
Minoría.
Y eso que, durante muchos minutos, apenas pasó nada interesante sobre el césped del Estadio Gran Canaria, un patatal indigno del fútbol profesional. Dominaba el Tenerife un partido soso donde apenas pasaba nada, escenario ideal para sacarle partido a las jugadas a balón parado. Y eso es lo que hizo la formación chicharrera cuando, en el minuto 65, Elady Zorilla lanzó una falta que se coló en la portería de Raúl tras ser desviada la pelota por Navas, que anidaba en la barrera. Entonces, los clásicos energúmenos de una y otra afición, en cualquier caso una abrumadora minoría en una tarde plácida, se empezaron a decir todo y a lanzar botellas, lo que obligó a los efectivos policiales a tomar posiciones.
Cuando apenas quedaban diez minutos, ambos contendientes se quitaron las bridas que atenazaban su juego, ni que al final se contentaran con el empate, en busca del zarpazo definitivo. Bien pudo serlo de Rubén Díez de no mediar una antológica parada de Raúl Fernández, como a la jugada siguiente de Pinchi, que de milagro no aprovechó el pase de la muerta de Pejiño en una jugada iniciada por el omnipresente Viera.
Con más corazón que cabeza, a falta de ideas bueno puede ser el empuje del alma. Y con alma y algo de fortuna llegó el zarpazo definitivo de Las Palmas con el que enmudeció medio archipiélago. Álvaro Lemos lanzó una rosca perfecta al corazón del área chicharrera, allí donde Larrea metió la pata, y nunca mejor dicho, para reventar cualquier medición de sonido que hubiera en el “egesé”. Como en su día Márquez o Vicente Gómez, esta UD también se esperó al final para conseguir la victoria del año de una manera preciosa.
Poco o nada debe reprocharse el Tenerife, que así de cara vendió la derrota. Mientras, Las Palmas se marcha con la sensación de que algo grande se está gestando. Con los comandantes Viera y Jesé, todo vuelve a ser posible.
APLAUSO POR LA PALMA
Pactado como estaba, los miles de espectadores que abarrotaron el Estadio Gran Canaria le brindaron una sonora ovación a La Palma, devastada por el volcán, en el minuto 8 en referencia al número de islas con las que cuenta el archipiélago. De los aplausos participaron las aficiones de ambos equipos, que se enzarzaron con lanzamiento de botellas tras el gol del Tenerife.
- 1 Raúl Fernández
- 14 Álvaro Lemos (93')
- 6 Curbelo
- 16 Raúl Navas
- 30 Sergi Cardona
- 12 Enzo Loiodice
- 22 O. Mfulu
- 28 Alberto Moleiro (51')
- 21 Jonathan Viera
- 24 Pejiño (94')
- 10 Jesé (97')
- Banquillo
- 19 Sadiku (97') SC
- 15 Fabio González
- 29 Saul Coco
- 11 Benito Ramírez (94') SC
- 27 Ale García
- 20 Kirian Rodríguez
- 5 Erick Ferigra (93') SC
- 26 Claudio Mendes
- 13 Álvaro Vallés
- 8 Maikel Mesa
- 17 Óscar Clemente
- 18 Óscar Pinchi (51')
- 1 Juan Soriano
- 3 Alex Muñoz
- 14 Carlos Ruiz (74')
- 21 Shaq Moore
- 4 León
- 16 Aitor Sanz
- 19 Jamelli
- 6 Álex Corredera (88')
- 24 Míchel (61')
- 10 Samuel Shashoua (45') -
- 9 Elady (88')
- Banquillo
- 30 Víctor Méndez
- 15 Pomares
- 20 Emmanuel Apeh
- 13 Dani Hernández
- 12 Sergio González
- 2 Pablo Larrea (88') -
- 31 Thierno Barry
- 27 Ethyan González (88') SC
- 32 David Rodríguez Ramos
- 11 Álex Bermejo (61')
- 23 Sipcic (74')
- 28 Víctor Mollejo (45')