Mini-Clásico con polémica

EI mini-Clásico que servía de aperitivo al plato fuerte del próximo domingo dejó fríos a quienes lo vieron. Ningún gol, no demasiadas ocasiones y ánimos templados, sólo alterados por el penalti que el árbitro escatimó al Castilla por una clara mano de Jandro, que no señaló Román Román (22'). Pero ni por esas se encendió el partido. El rigor táctico primó sobre el virtuosismo y el talento que atesoran estos futbolistas, que anoche dejaron pocas muestras para la recopilación de los momentos estelares del partido. Combate nulo, aunque el Castilla hizo méritos para llevarse algo más que el consuelo de mantenerse invicto en el Di Stéfano.

El filial blanco concedió 20 minutos de comodidad a los visitantes. Salía a presionar la salida de balón, pero poco incisivo. Más para intimidar y esperar algún error que como amenaza real. Aunque fue un error de los blancos el que originó la primera ocasión, con un disparo cruzado de Antonio Aranda blando y desviado. Los primeros compases sirvieron a los de Raúl para identificar el flanco por donde hacerle daño al Barça B. Lo encontraron en Peter, que provocó un penalti en el que se inhibió Román Román, quien minutos después sí sancionó una similar fuera del área. Entre rodilla y mano, Jandro cortó un centro con la segunda. El Castilla protestó airosa, pero infructuosamente, la decisión del árbitro. Se echó de menos un VAR que no puede permitirse esta aún modesta Primera RFEF.

El Castilla no obtuvo justicia, pero sí tomó a partir de ahí el control del partido. A Peter le ayudó en su tarea la amarilla que él mismo le sacó a Arnau Solà. El lateral blaugrana tuvo que andarse con más tiento después de ver la tarjeta y el atrevimiento del extremo se convertía en desborde con más frecuencia. El propio Peter fabricó él solo una jugada en la que se quedó en una posición de remate muy escorada e inició la combinación que desembocó en la más clara ocasión de los blancos, en la que Blanco hizo de intermediario antes de que Arribas enviara fuera. Las contadas apariciones de este, que anoche se desempeñó como segundo junto a Gudjohnsen, entre líneas eran otra de las vías de peligro del Castilla. Tanto volcaron por ahí el juego los blancos que Óscar Aranda fue buscando el centro según pasaban los minutos, dejando vía libre en la banda a Miguel Gutiérrez.

Con el balón a merced del Castilla, el Barça B fue a contraestilo, intentando sacar partido del balón parado y el contragolpe. Peter, Jutglà, Óscar Aranda y Jandro tuvieron ocasiones para desnivelar el partido de uno u otro lado, pero sin obligar a esforzarse a ninguno de los dos porteros. Con el ecuador de la segunda mitad, el control del encuentro partido viró de nuevo hacia el lado azulgrana. Diez minutos de agobio para el Castilla hasta que volvió a encontrar algo de aire, pero, impreciso, no fue capaz de enhebrar la aguja en un final en el que el Barça se mostró conforme con el empate.