El artista en la sombra entre Maradona, Rossi y Zico
Isidro Toribio cuidó el césped de Sarrià, e innovó con sus diseños en el grupo de la muerte de España-82, con Italia, Brasil y Argentina pisando su original alfombra.
Aunque en todas las grandes competiciones existe un grupo de la muerte, si uno mereció tal consideración en la historia de los Mundiales fue el que discurrió en Sarrià con motivo de España-82. Por el estadio del Espanyol desfilaron las titánicas selecciones de Italia, Brasil y Argentina en busca de una plaza en las semifinales. Y, aunque el desenlace de aquel legendario grupo arrinconaba la magia en favor del pragmatismo, finalmente sí triunfó un artista: Isidro Toribio Pavón.
Fallecido hace unos días a los 79 años, durante más de tres décadas cuidó del césped de Sarrià. También en aquella Copa del Mundo en la que, inevitablemente, alcanzaría un paradójico protagonismo, ya que él no abandonó el anonimato pero sus diseños saltaban a la vista de todo el planeta. Isidro decidió innovar y en cada uno de los míticos partidos del grupo de la muerte cortó el verde de un modo distinto, y llamativo.
Así, la alfombra sobre la que Gentile realizaría un mítico marcaje sobre Maradona, en el Italia-Argentina (2-1), se observaban unos triángulos, muy alejados del corte convencional, que con el paso de los años se ha estandarizado hasta la absoluta sobriedad.
En el Brasil-Argentina de Zico, Serginho y Junior, de la desesperación del expulsado ‘Pelusa’ y de todo el pueblo albiceleste (3-1), el dibujo era todavía más rompedor, ya que unas líneas en diagonal partían de la vertical del campo, de portería a portería, hasta simular una suerte de espigas.
E Isidro también participó del que para muchos fue el mejor partido en la historia de los Mundiales, el Italia-Brasil (3-2) que supuso la consagración de Rossi y la caída de la ‘ginga’ de Brasil, de la magia, ante una visión mucho menos vistosa del fútbol. Pero ahí estaba el jardinero del Espanyol para aportar su estilo, líneas horizontales en el centro del campo y otras diagonales en las esquinas, dando el conjunto de rombos.
Así fue como el encargado de cortar el césped de Sarrià, bajo la supervisión del no menos histórico Tonino Fernández, pasó a la historia del Espanyol, de los Mundiales y del fútbol. Como esa Italia que acabaría proclamándose campeona. Descanse en paz.