Stuani, ante una dimensión desconocida
Está viviendo un inicio de Liga complicado a nivel goleador. Sólo suma dos tantos y está lejos de los registros de sus tres primeros cursos de rojiblanco.
Eclipse Christian Stuani. El delantero uruguayo no se está encontrado, como el resto de sus compañeros, cómodo en este arranque liguero y sus goles es una de las cosas que más está echando de menos el Girona. Sus cifras están lejos de las de temporadas anteriores y la reacción y alegría de la afición rojiblanca pasan porque vuelva a ser ese jugador fiable, repleto de veneno y goleador. En lo que se lleva de campaña ha disputado ocho de los nueve encuentros (sólo fue baja ante el Málaga a domicilio) y ha firmado dos tantos, ante Amorebieta y Valladolid. La confianza en él es infinita, aunque se espera que su sequía acabe cuanto antes.
Las comparaciones son odiosas, pero sumar sólo dos tantos en los primeros ocho duelos de Liga que disputa es algo totalmente extraño para Stuani. Es el mismo registro que firmó la pasada temporada, aunque ahí vivió un inicio de campaña demoledor, azotado por las lesiones. De las primeras 14 jornadas sólo pudo competir en dos. Y si miramos sus ocho primeros partidos con minutos de Liga únicamente pudo contabilizar el doblete que le hizo al Logroñés. Como consuelo está que acabó el año con diez goles y dos asistencias. Donde se encuentran realmente la diferencia de pegada en Stuani es en los otros cursos que ha lucido la camiseta rojiblanca, incluidos los dos en Primera. Entonces sus arranques eran voraces. La 2019-20, en Segunda, hizo siete goles en los primeros ocho duelos. Y explotó rubricando 29 goles en Liga regular y tres asistencias.
Pero donde tuvo su mejor inicio liguero fue la temporada 2018-19. Con el equipo en Primera Stuani brilló con una media de gol por partido en los primeros ocho. Y en la 2017-18, hizo cinco tantos en sus primeras ocho jornadas. Más que en su temporada actual y es que el Girona necesita de Stuani para brillar y ser feliz. El uruguayo es consciente de su momento y quiere recuperar sensaciones y su nivel. Es el buque insignia.