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EL OTRO DERBI

"El cambio empieza por nosotros"

Juani Marrero, joven aficionada de Las Palmas, abandera el buen rollo antes del derbi canario. "Somos el mismo sentimiento pero con otros colores", insiste.

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"El cambio empieza por nosotros"

Desde que apenas podía caminar, incluso antes, anida en alma de Juani Marrero un fervoroso sentimiento amarillo a favor de la Unión Deportiva Las Palmas. Con su figura, en este lunes de semana de derbi canario, Diario AS inicia una serie de reportajes en clave positiva sobre el principal espectáculo deportivo que puede verse en Canarias.

Protagonista involuntaria por una famosa foto en la que aparecía con la camiseta de Las Palmas y una mascarilla del Tenerife, Marrero apuesta por el buen rollo entre aficiones y clubes antes de afrontar un partido "especial, único, con los dos equipos, no como en el pasado, luchando por mantenerse en la parte alta de la clasificación".

No le alcanza la memoria, pero desde bebé se sabía que siempre sería de la UD. Tampoco es que ella tardara mucho en darse cuenta, y cuando lo hizo ya estaba trepando como podía por las gradas del Estadio Insular. "A mí el fútbol siempre me ha llamado la atención. Quizás ahora más que antes. Cuando era niña sí que me gustaban muchísimo los deportes, pero siempre tenía esa cosita por el fútbol hasta que a mi padre un día se le ocurrió la genial idea, siendo pequeñita, de llevarme al Estado Insular", rememora. "Pero tampoco tengo muchos recuerdos porque era una enana", añade con esa sonrisa perenne tan característica suya, que no se borra ni en los peores momentos de esta joven de 26 años, también "carnavalera y murguera de grada", como ella misma se define.

Se desvive por los cuidados de su perro y gato, que tanto la persiguen mientras charlamos, mientras sigue viajando al pasado con la UD Las Palmas como perfecta excusa. "Desde el Estadio Insular tenía ese gusanillo, pero sí que soy más consciente y he vivido muchas cosas en el Estadio de Gran Canaria, y siempre ha sido con mi padre", asegura. Precisamente, fue su progenitor el principal culpable de ese amor incondicional por el equipo de su tierra: "El referente, o como yo siempre lo he dicho, con quien realmente disfruto todos los partidos es con mi padre, porque al final fue el que me metió ese gusanillo y esa pasión ya no solo por el fútbol, sino también por Unión Deportiva".

Precisamente, a la vera de su padre disfrutó de una estampa entre dos desconocidos que le marcó para siempre. Era un día de derbi en el Estadio Gran Canaria. Ella se dirigía a la puerta de acceso y recuerda como "las dos aficiones se decían de todo". "Estaba ese roce", evoca, pero hubo una escena que le hizo click en el alma, ni que fuera un fuego fatuo que hoy enarbola sin complejos: "Estaba ese roce malo, pero yo al menos intentaba quedarme con ese buen rollo que también se veía por fuera. Vi a dos hombres juntos, cada uno con la camiseta de un equipo, y me dije: "Coño, esto está bien". Siempre tan natural, aboga por expandir esa imagen en uno y otro lado del mar que nos separa. Eso del "pique insular" no va con ella. "Hay un pique insular insano que no se quién lo empezó, que hace parecer que en Tenerife no puedes apoyar ni tener amigos de Las Palmas, y si eres de Las Palmas no puedes apoyar ni tener amigos del Tenerife".

Con una madurez impropia de esos bien llevados 26 años, reniega Marrero de ese manual del buen canario que dice cómo debes comportarte. "A un buen canario le da igual que tu equipo sea de Tenerife, de Gran Canaria, de La Gomera o de Lanzarote", manifiesta con una seguridad que abruma. Para ella, "el mayor problema está en las dos islas capitalinas. Siempre está este rifirrafe, y parece o intentan hacer creer que unos son mejores que otros. Y no es así. Es lo que yo he defendido siempre: a fin de cuentas, somos el mismo sentimiento pero con diferentes colores". Para que no queden dudas, lanza un mensaje antes del derbi: "Yo soy de Las Palmas a morir. Mi equipo es Las Palmas y mi color es el amarillo, pero no por ello me nace desearle el mal al Tenerife ni a ningún equipo canario en general. Evidentemente, ahora quiero que gane Las Palmas".

La famosa foto

Hace unas semanas, haciendo un ejercicio propio de la libertad de elección y expresión, Marrero colgó en su perfil de Twitter una fotografía luciendo orgullosa la camiseta de Las Palmas, eterna acompañante, y una mascarilla del Tenerife. "No buscaba nada en especial", confiesa. Era, más bien, un gesto consecuente con lo que siempre defendió y sigue defendiendo: "Aquello fue un guiño, un simple gesto de representar lo que a mí me gusta con los dos equipos más representativos de Canarias".

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Aquel "guiño" superó, en cualquier caso, cualquier expectativa. Tampoco es que las hubiera. "En ningún momento me esperaba una marea de apoyo ya no solo de las dos aficiones, sino también de personas que pertenecen a otros clubes de la isla. Claro que se presentaron comentarios y situaciones negativas, pero siempre me quedaré con lo positivo de aquello", asegura. Una simple foto, un simple gesto de hermandad sin ninguna connotación negativa, le llevó a sufrir a los ataque ignorantes hordas machistas que anidan en la comodidad de su teclado. Le pasó con esa foto y le pasa muchas veces cuando se expresa sobre Las Palmas: "Siempre he dicho que ser de un equipo no tiene por qué implicar odiar al otro. Es que se juntaron, y juntan, varios factores. En mi caso, y esa es otra, ser mujer y hablar de fútbol". El manido monopolio masculino que no tiene cabida alguna, salvo en cerebros cavernarios, en pleno siglo XXI.

Camiseta del Tenerife

Fue tanta la repercusión que tuvo aquella inocente imagen, que hasta se pusieron en contacto con ella desde el propio Heliodoro Rodríguez López. "Cuando el Tenerife publicó sus nuevas equipaciones, después de que yo subiera aquella foto, dije públicamente que me gustaban mucho, especialmente la azul, que en persona es preciosa. Desgraciadamente, sabían que iban a caer palos por todos los lados", recuerda. Fiel a sus principios, libertad absoluta la suya, no le importó. Y entonces le llegó un mensaje lleno de esperanza y agradecimiento: "Se puso en contacto conmigo una persona del Tenerife para darme las gracias primero por defender algo que también dicen ellos y que yo vengo haciendo desde hace mucho tiempo atrás, como una manera de darme las gracias por haber tenido que aguantar carros y carretas tanto de unos aficionados como de otros". "Más que recompensa, fue un gesto de agradecimiento", sentencia.

Como queriendo despejar dudas que ella desde luego no tiene, lanza otro mensaje: "Cuando voy al Estadio Gran Canaria, como es mi casa, me pongo la ropa de casa. Y esta es de color amarillo". Mas lo cortés no quita lo valiente. "Tanto esa camiseta azul del Tenerife como la mascarilla tienen un lugar especial en mi armario, y por supuesto que no descarto tener que ponérmelas algún día", aclara. Pero el derbi es el derbi. Hablamos de camisetas y vuelve a poner otro ejemplo: "Por ejemplo, nunca me dicen nada cuando me pongo la camiseta del Tenisca, entre otras cosas porque es un equipo de categoría inferior. Han hecho creer que la camiseta del Tete no te la puedes poner porque es tu eterno rival, pero no es. Para mí es más rival un equipo que viene de la Península y se queja porque tiene que venir para acá".

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Antes de hablar de fútbol, aunque tampoco es que hubiéramos quedado exactamente para eso, que también, lanza un mensaje de evocadora esperanza: "Creo que es muy importante entender que hay que cambiar el chip de que ser de Las Palmas te obliga a desearle lo peor al Tenerife, y viceversa. Pique sano sí pero eso, no. Especialmente nosotros, la gente joven, debemos llevarlo a cabo. Por nosotros empieza el cambio".

Derbi en Primera División.

Pareciera que el reloj se hubiera detenido cuando, sin apenas tiempo para más, toca hablar de lo que puede ocurrir sobre el césped, y sobre el sueño de vivir este partido en la máxima categoría del fútbol patrio. "Nunca lo he podido vivir, y también me acuerdo ahora del sufrimiento de Las Palmas en Segunda B", dice con cierta resignación. Pero es momento de esperanza. El presente lo merece. "Sé que es temprano para hablar de ascenso, pero este derbi es muy especial: ambos equipos están luchando por mantenerse arriba, cosa que no pasaba en temporadas anteriores", dice. "Ojalá que el año que viene hablemos, pero en Primera División", sentencia. Una deuda contraída que deberá ser cumplida.