Los cracks que no llegaron al Paseo de Leyendas del Atlético
El equipo rojiblanco situó el criterio de los 100 partidos disputados para aparecer en el Paseo de Leyendas del Wanda Metropolitano. Varios grandes jugadores no alcanzaron la cifra
Baltazar: 93 partidos
Un goleador de pura cepa. Es el mejor premio Pichichi de la historia del Atlético con los 35 tantos que marcó en LaLiga 1988-89. Sumando todas las competiciones, esa temporada acabó con 42 goles en su cuenta particular, lo que le sirvió para acudir y ganar la Copa América con Brasil. Jugaría una campaña completa más de rojiblanco (18 goles en Liga y uno en Copa) antes de salir al Oporto con el campeonato 1990-91 ya iniciado, ya que la llegada de Schuster le dejaba sin hueco en la plantilla por no poder inscribir a más de tres extranjeros. Ese adiós le privó de llegar a la centena de encuentros en el club. Antes del Atlético había jugado en el Celta, donde también recuerdan su olfato anotador después de los 34 tantos en Liga claves para que los gallegos lograsen el ascenso en la 1986-87. Una temporada de ensueño como rojiblanco que le ha servido para tener su nombre marcado en la historia del club.
Leivinha: 93 partidos
El histórico futbolista brasileño también se quedó a siete encuentros de la placa en el feudo colchonero. Debutó con el Atlético con un hat-trick al Salamanca para desatar la euforia entre la afición colchonera y en su primera temporada como rojiblanco consiguió 19 goles en Liga. Militaría un total de cuatro cursos, con las lesiones como mayor enemigo para no tener mayor continuidad ni su recuerdo en el Wanda Metropolitano, antes de volver a su país natal. Calidad a raudales, João Leiva Campos Filho marcó a múltiples generaciones (entre ellas al cantante atlético Leiva, apodado así desde niño por su parecido con el brasileño) y también fue internacional con su selección, aunque se quedó a las puertas de acudir al Mundial de 1974. Recordado con gran cariño en el Palmeiras, puso su magia al servicio del Atlético.
Falcao: 91 partidos
Una de las ausencias más dolorosas en el Paseo de Leyendas. El colombiano solamente necesitó dos temporadas para convertirse en uno de los grandes nueves de la historia del club. Un Falcao que este año podrá visitar el Wanda Metropolitano como jugador del Rayo y que se quedó a nueve encuentros de la centena. Por goles no será, ya que consiguió 70, apareciendo en todas las citas claves. Inolvidable doblete en la final de la Europa League ante el Athletic y se superó con un hat-trick para dar al Atlético la Supercopa de Europa contra el Chelsea. Un killer dentro del área, pero que también dejó una asistencia de oro para Diego Costa en la final de Copa del Rey 2013 donde al equipo rojiblanco acabó con todos los complejos volviendo a derrotar al Real Madrid. En su primer curso en el club, el 2011-12 cuando Simeone se hizo cargo de las riendas del equipo a mitad de temporada, anotó 24 goles en Liga y 12 para levantar la Europa League. En su segundo año haría 28 en la competición doméstica (incluido un repóker contra el Deportivo), tres en la Supercopa, otro en la Europa League y dos en la Copa del Rey, para acabar levantando tres títulos. River, Oporto, Mónaco, Manchester United, Chelsea, Galatasaray y ahora Rayo son otros de los clubes que han disfrutado de su voracidad dentro del área, pero en sus dos temporadas como atlético se instauró como posiblemente el mejor ‘9’ del momento. Un punta colosal que siempre estará en la memoria colchonera.
Quique Setién: 91 partidos
El ahora técnico cántabro vistió la camiseta rojiblanca durante tres temporadas entre 1985 y 1988, quedándose a nueve encuentros de la centena. Un clásico de LaLiga, donde desarrolló una amplia carrera entre Racing, Atlético y Logroñés y que destacó por su fútbol técnico y calidad a la hora de mover a sus equipos, con más de 500 partidos en sus piernas. En el Atlético disputó 73 encuentros de Liga, marcando siete goles, levantó la Supercopa de España y alcanzó la final de la Recopa, donde el Atlético cayó ante el Dinamo de Kiev. Bajo el mano de Luis Aragonés creció en su fútbol y fue convocado por la Selección. Se marchó con sus problemas con Jesús Gil haciendo mella en su última temporada en el club, unos enfrentamientos que le impidieron tener placa. Figura en el Racing, con más de diez temporadas vistiendo su camiseta, durante su etapa como entrenador ha tenido varios encontronazos por sus críticas al juego del Atlético de Simeone.
Valerón: 86 partidos
En el caso del canario sin duda alguna su mejor versión llegó después de su salida del Atlético, cuando militó durante trece temporadas en un Deportivo que vivió grandes noches. Al club rojiblanco había llegado desde el Mallorca en 1998 y formó parte del equipo durante dos temporadas, donde ya fue dejando destellos de su clase, pero participó en el fatídico curso del descenso a Segunda (1999-00), cuando disputó 35 partidos de Liga y marcó cuatro goles. Pese a su escasa estancia en el Atlético se quedó a 14 encuentros de llegar a la centena y posteriormente se convertiría en historia de LaLiga como deportivista. Clase, calidad y esa posición de mediapunta que organiza y pone la magia que se ha ido perdiendo con los años en el fútbol de un equipo campeón de Liga y Copa y también en la Selección. El flaco acabó su carrera en Las Palmas, donde había nacido como futbolista, después de toda una carrera en España con más de 400 partidos disputados que le convierten en un mito de nuestro fútbol.
Marcel Domingo: 86 partidos
Un histórico en el Atlético por su etapa como portero y también de entrenador, ganando dos ligas de futbolista y una desde el banquillo (único junto a Luis Aragonés y Simeone en lograr el trofeo en los dos apartados). Llegó al club rojiblanco en la temporada 1948-49 desde el Stade Français y en su primer año encajó 28 tantos en 24 encuentros, el mejor registro de la competición (en esa época no existía el premio Zamora). Disputaría un total de tres temporadas, pero en aquella época se jugaban muchos menos partidos que en la actualidad, por lo que no llegó a la centena. También jugaría en el Espanyol. Como entrenador pasaría dos etapas de rojiblanco, logrando en la primera de ellas LaLiga. Falleció en el año 2010.
De Gea: 84 partidos
El guardameta irrumpió fulgurantemente desde la cantera y tras debutar con el primer equipo en el año 2009 en un partido de Champions ante el Oporto por la lesión de Roberto, en su estreno en el Vicente Calderón se presentó parando un penalti que él mismo había cometido. Rápidamente se hizo con el puesto de titular y acabó ganando la Europa League con un gran nivel bajo palos. También dejaría patente sus reflejos con otro penalti parado en la Supercopa de Europa que levantó el Atlético ante el Inter. Pero, tras finalizar su segunda temporada como indiscutible, el Manchester United se lanzó a por su fichaje y De Gea dijo adiós con 84 encuentros disputados para defender la meta de los ingleses durante las últimas once campañas. Tras un bajón de rendimiento, esta temporada parece haber recobrado el esplendor, lo que le podría llevar a recuperar su sitio en el once con la Selección.
Luis Suárez: 82 partidos
Un delantero impresionante, todo un crack en el área que logró 21 goles fundamentales para levantar el pasado título de Liga (esos tantos valieron 21 puntos). El Barcelona le enseñó la puerta de salida en el verano de 2020 y el Atlético fue el más listo para hacerse con un nueve de época. Precisamente ante los azulgranas anotó este año 2 tantos, uno en la ida en el Metropolitano y otro en la segunda vuelta en el Camp Nou. Una máquina de dar puntos pese a su veteranía. Suárez llegó al Ajax desde Nacional y con el Liverpool explotó como goleador, consiguiendo su primera Bota de Oro. Así hasta firmar por el Barcelona en 2014, club en el que en sólo cinco temporadas se convirtió en el tercer máximo goleador de su historia y sumó otra Bota de Oro más. Suárez es un genio de cara a puerta, además de sumar cientos de asistencias durante su carrera, y en el Atlético ha demostrado que le quedaban muchos tantos en sus botas. Uno de los grandes arietes de la historia que ha acabado enfundándose la rojiblanca. Luis Suárez cierra una etapa de dos temporadas, 82 partidos (más el de San Sebastián), 34 goles y, sobre todo, una Liga en la que fue decisivo. La lástima fue que el Atlético, con el uruguayo como ariete, no pudo disfrutar de esa Liga con la afición, así que todos los reconocimientos del Metropolitano han tenido que esperar a esta temporada. "Gracias, Lucho, por hacernos campeones", fue la pancarta que desplegó el Fondo en su último partido como local. El "uruguayo, uruguayo" ha retumbado desde el primer día.
Vavá: 81 partidos
El delantero brasileño pasó tres campañas en el Atlético, desde 1958 hasta 1961. En total consiguió 32 tantos en LaLiga, 17 de ellos en su primera temporada donde se estrenó en su debut contra el Real Madrid y levantó también una Copa del Rey. Pero Edvaldo Izidio Neto es recordado especialmente por su gran nivel con la selección cuando llegaban los torneos de máximo calado. Ganó dos Mundiales con un papel estelar para Brasil, consiguiendo cinco goles en cuatro partidos en Suecia 1958 y cuatro tantos en seis encuentros en Chile 1962 que le llevaron a hacer historia en su país. Vavá falleció en el 2002 a los 66 años.
Juninho: 78 partidos
Una lesión lastró uno de los fichajes más ilusionantes de la historia del Atlético. Juninho había llegado al club en el verano de 1997 desde el Middlesbrough inglés y comenzó dejando muestras de su calidad, velocidad, regate y definición formando una gran delantera con Vieri y Kiko antes de que aquella terrible patada de Míchel Salgado le dejase fuera de combate. Una entrada que le apartó del Mundial de 1998 cuando se había convertido en un fijo de Brasil y tras la que nunca fue lo mismo. Pese a ello, en su primer curso de rojiblanco conseguiría nueve tantos y en el segundo haría 13, hasta que la llegada de los técnicos italianos con un estilo de juego más físico (Sacchi primero y definitivamente de Ranieri al banquillo en 1999) arrastrasen su salida del club en forma de cesión y de regreso a la Premier. Nadie sabe cuál podría haber sido el techo de Juninho sin esa rotura de prácticamente todos los ligamentos de su tobillo y fractura de peroné que marcó su carrera y su etapa en el Atlético. Liviano, ágil, eléctrico y con mucho desborde y talento que no pudo brillar en su máximo esplendor para desgracia de la afición atlética.
Mono Burgos: 67 partidos
Una leyenda del club por su carácter y estilo que añadió a sus 67 partidos como portero del equipo su enorme labor como segundo entrenador de Simeone hasta el verano de 2020. Como guardameta, el argentino se marchó junto a Luis Aragonés de un gran Mallorca para ser determinante en el regreso del Atlético a Primera División. Disputó 35 partidos en aquella temporada 2001-02, en los que encajó 34 tantos. El Mono Burgos seguiría dos temporadas más en el club, pero con un papel más secundario. Icono, su anuncio de regreso a Primera ya es historia del club. También el penalti parado con la cara a Figo en el primer derbi contra el Real Madrid de vuelta a Primera. Uno de esos porteros capaces de lo mejor y lo peor que siempre levantaban a la afición de sus asientos.
Diego Ribas: 62 partidos
Mucho talento del mediapunta brasileño, uno de los grandes talentos individuales que ha dirigido Simeone. En su carrera le ha faltado cierta regularidad para haber tenido un éxito mayor, pero sus botas siempre han desprendido magia jugando por detrás del punta. Diego llegó cedido por el Wolfsburgo al final del mercado veraniego de 2011 y se hizo con los mandos de un equipo que creció enormemente desde la llegada de Simeone al banquillo. El Cholo le juntó con Arda para dar fútbol al equipo y alimentar a Falcao y Adrián en ataque. Goleador en la final de la Europa League ante el Athletic, participó en 43 partidos en un fantástico año, lo que llevó al club alemán a quedárselo de vuelta. Pero en enero de 2014 volvería a llegar cedido al Atlético, formando parte del equipo campeón de Liga y que alcanzó la final de la Champions, con un golazo espectacular de Diego en el Camp Nou clave para superar los cuartos de final. Actualmente en el Flamengo junto a Filipe Luis, con la selección brasileña levantó dos veces la Copa América, en 2004 y 2007. Un mago que nunca llegó a estar ligado por completo al Atlético, pero en su temporada y medio cedido dejó destellos de su clase y fue determinante en un equipo campeón.
Morata: 61 partidos
El delantero madrileño todavía sigue perteneciendo al Atlético, por lo que podría acabar regresando y alcanzando la centena de partidos como rojiblanco. Sin embargo, las dos últimas temporadas ha jugado cedido en la Juventus, que tiene una opción de compra para quedarse al punta al final de este curso. El delantero titular de la Selección jugó una temporada y media en el Atlético, consiguiendo un total de 22 goles. Su llegada en enero de 2019 potenció al equipo y en la campaña siguiente acabaría como máximo anotador de la plantilla con 16 tantos entre Liga y Champions, formando parte del histórico partido en Anfield con un gol y la participación en uno de los tantos de Llorente. Morata puede presumir de ser el futbolista español que más dinero ha movido con sus traspasos, militando en el Real Madrid, Juventus, Chelsea y Atlético. Con el equipo bianconero consiguió la temporada pasada 20 goles y 10 asistencias. De haberse quedado una campaña más probablemente habría alcanzado la placa, ya que en su única temporada completa en el club disputó 44 encuentros.
David Villa: 47 partidos
Caso con similitudes al de Luis Suárez. El Barcelona decidió desprenderse de un goleador único por su veteranía, el Atlético le abrió las puertas y acabó triunfando en el que puede ser el mejor año de la historia del club. Sólo participó en esa temporada 2013-14, pero levantó el título de Liga como segundo máximo goleador del equipo (13 tantos), más uno en Copa y otro en Supercopa de España y alcanzó la final de la Champions siendo titular siempre que estuvo apto. Los 47 partidos que jugó en un único año son buena muestra de lo importante que fue para Simeone, aunque finalmente el asturiano decidió decir adiós al fútbol europeo al acabar el curso. Villa es el máximo goleador histórico de la Selección, donde fue pieza básica para levantar la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010. Sporting, Zaragoza, Valencia y Barcelona también disfrutaron de su capacidad anotadora en LaLiga, pero en un único año en el Atlético se ganó el corazón de la afición y el equipo también quedó en el interior del asturiano, que siempre que puede visita el Wanda Metropolitano.
Hasselbaink: 47 partidos
Recuerdo agridulce del neerlandés. Un ariete tremendo por fuerza, potencia, velocidad y capacidad para perforar las metas rivales y que en su único año en el Atlético acabó como el segundo máximo goleador de LaLiga, pero el equipo acabó descendiendo. Una caída a los infiernos terrible pese a que Hasselbaink hizo todo lo que pudo para evitarlo, anotando 24 tantos en sus únicos 34 partidos en la competición, dos de ellos en el Santiago Bernabéu y con el único lunar del penalti fallado en Oviedo. Añadió cuatro goles en Copa, uno de ellos en la propia final donde el equipo cayó ante el Espanyol y siete más en la UEFA en siete partidos, para una espectacular cifra de 35 tantos en 47 partidos a pesar de la mala situación del equipo. Una pena que ese descenso en el año 2000 acabase con cualquier posibilidad de seguir en el Atlético, donde había mostrado un nivel colosal. Se marcharía al Chelsea y en sus dos primeras temporadas conseguiría 23 goles en la Premier. Finalmente seguiría jugando en Inglaterra, en el Middlesbrough y Charlton, donde colgó las botas.
Alemão: 39 partidos
El brasileño probó la Liga española aterrizando en el Atlético durante el final de la temporada 1986-87 y completando la 87-88 a un gran nivel, hasta ser nombrado por Don Balón como mejor extranjero de LaLiga. Sin embargo, sus desavenencias con Jesús Gil le llevaron a salir del club con tan sólo 39 partidos vistiendo la camiseta rojiblanca. Ricardo Rogerio de Brito, apodado Alemão por su aspecto germánico, salió del Atlético con destino al Nápoles, donde se convirtió en el escudero de Maradona y ganó el título liguero y la copa de la UEFA formando una pareja de oro con el argentino. Un centrocampista de clase, conducción, gusto por el balón, pase en largo y desborde que dijo adiós al Atlético muy pronto y que acabaría su carrera jugando en el Atalanta y regresando a Brasil para colgar las botas en el São Paulo.
Vieri: 32 partidos
Únicamente necesitó 24 partidos de Liga para convertirse en Pichichi con el Atlético. Logró 24 tantos y consiguió una distinción individual que ningún otro italiano ha podido repetir en la competición española. Cuatro de ellos llegaron contra el Salamanca en un partido que el equipo rojiblanco perdió 5-4 en el Helmántico. En total, Vieri anotó 29 goles en 32 partidos entre todas las competiciones y dejó una obra de arte para el recuerdo, al PAOK de Salónica en UEFA desde línea de fondo sin ángulo para el delirio del Vicente Calderón. En la competición europea hizo sus otros cinco tantos, pero al acabar el curso decidió salir por su agrietada relación con Antic y volvió a su país de origen. Vieri, que había formado una delantera de oro junto a Kiko y Juninho, puso rumbo a la Lazio y su etapa en España fue fugaz, aunque productiva de cara a puerta. Posteriormente se marchó al Inter para jugar arriba junto a Ronaldo y en la temporada 2002-03 también acabó como máximo goleador de la Serie A con otros 24 tantos. Un fantástico ariete con un carácter muy peculiar, que había llegado al Atlético desde la Juventus y se convirtió en uno de los delanteros más mortíferos y emblemáticos de finales del siglo XX.
Albertini: 30 partidos
Llegó al Atlético en la etapa final de su carrera para aportar veteranía y galones en el regreso del equipo a Primera División. Y puso su firma con un gran lanzamiento de falta marcando el gol del empate en el último minuto del primer derbi con el Atlético entre los más grandes para desesperación del Santiago Bernabéu. En total, disputó 30 encuentros y logró tres tantos de rojiblanco en esa campaña 2002-03 y todavía tuvo tiempo para jugar un año en el Barcelona dos temporadas después. Pero su mayor brillo se produjo como el centrocampista que ponía el ritmo y el temple al fantástico Milan de los 90. Titular durante una década en un equipo magnífico, dirigiendo el centro del campo del conjunto rossonero como un fijo desde el curso 1991-92 hasta el 2001-02 y barriendo en 1994 al Barcelona del Dream Team en la final de la Champions (4-0) poco después de haber levantado la liga italiana. Su salida al Atlético coincidió con el aumento de galones a Pirlo, pero Albertini jugó un total de 386 partidos con la camiseta del Milan y el Atlético pudo contar con un fantástico centrocampista durante un único año, todo un lujo, aunque físicamente ya estaba lejos de sus mejores días.
Fillol: 26 partidos
Hasta la llegada de Simeone al banquillo del Atlético, el club sólo había contado con dos campeones del mundo en su historia: Vavá y el Pato Fillol. Ubaldo Matildo Fillol llegó al Atlético con 35 años en la temporada 1985-86 para disputar su único año en el fútbol europeo, disputando 26 encuentros y encajando 29 tantos. Ya veterano, su carrera se desarrolló principalmente entre Racing y River Plate y en su país es todo un mito, levantando el Mundial de 1978 como el mejor guardameta de la competición. Además, había participado en el Mundial de 1972 y también jugó el de 1982, quedándose a las puertas en 1986 después de haber sido importante en la fase previa. Un guardameta histórico cuya etapa en el Atlético fue corta, pero pudo conocer de primera mano el Vicente Calderón como uno de los porteros más importantes en la historia de Argentina.
Panadero Díaz y otros clásicos del Atlético
Otros futbolistas del Atlético que no alcanzaron la centena de partidos y formaron parte de su historia son Pizo Gómez (92 partidos), Orejuela (91), Julio Salinas (89), Panadero Díaz (88), Julio Alberto (86), Maniche (84), Salva (77), el mexicano Luis García (73), Pechuga San Román (70), el ahora delegado Pedro Pablo Matesanz (54), Rubén Baraja (51), el goleador del Doblete Penev (44), Mandzukic (43), Capdevila (40), Eusebio Sacristán (27) o el Pichichi Pruden (26 partidos y 37 goles).
