Aprobados y suspensos del Pucela: Con errores, pero en pie

El Real Valladolid sumó un punto que puede valerle a los amantes de la media inglesa y que, según fue el partido, tiene valor, después de verse el equipo primero por debajo en el marcador y luego en inferioridad numérica. A pesar de los errores que derivaron en esas situaciones, que no deben cometerse en un contexto competitivo como el blanquivioleta, los pupilos de José Rojo Pacheta se levantaron para poner primero el 1-2 y luego para buscar el tercero.

Roberto: Consiguió quitarse de encima el duro disparo de Naranjo al filo del descanso. La Ponferradina le exigió más en el loco tramo final. En el primer gol fue ajusticiado y en el segundo Yuri le engaña en la pena máxima.

Luis Pérez: Firme en defensa, menos exigido que Nacho, no se le vio demasiado en zonas ofensivas. Poco activo en la jugada del gol de Yuri. De menos a más en el segundo tiempo, su vuelo quizás se mermó al acabar con uno menos.

Kiko Olivas: Cometió un error en la salida de balón que estuvo cerca de aprovechar Yuri. Lento alguna vez, en la que le ganaron la espalda. No llega a tapar el desastre de la jugada en la que el ariete brasileño marca.

Diogo Queirós: Personificó la tranquilidad. Limpio con balón, aunque participó poco en la salida. irregular en los duelos; empezó bien, pero terminó cometiendo errores como el de la expulsión. Le cobraron dos penaltis, uno de ellos, anulado por el VAR.

Nacho: La Ponferradina insistió bastante por su lado, dejándole las costuras al aire. En último término, se come el movimiento de Yuri en el 1-0. Se rehizo para aparecer en tres cuartos en las jugadas de los dos goles. En una tercera ocasión se le hizo de noche.

Plata: Empezó demasiado templado, perdiendo un par de balones. Amir le achicó el espacio para detener la mejor ocasión de la primera mitad. Poco activo en la jugada del gol de Yuri. No terminó de encontrar su momento, más allá de dos destellos.

Roque Mesa: Recibió tres faltas en apenas ocho minutos y se vio inmerso en mil batallas que le impidieron dominar como otros días. A veces le faltó ritmo, aunque el contexto tampoco ayudaba. Se marchó con molestias.

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Aguado: Oscurecido por la línea del centro del campo de la Ponferradina durante muchos minutos, aunque mejoró la circulación cuando participó en ella. Cuando apareció en campo rival, robó el balón y asistió a Alcaraz.

Anuar: Fallón técnicamente en el primer contacto y a veces algo desubicado. En ataque, su costado no ofreció demasiado, mientras que en defensa sí llegó el par de Nacho, no siempre acompañado por él.

Sergio León: Mostró buenas intenciones descolgándose a la zona de la mediapunta. En una de estas, vio bien la internada de Plata por el lado derecho que se convirtió en una clara oportunidad.

Weissman: Peleón y con buenos movimientos, aunque menos participativo que su pareja de baile. No alcanzó a rematar un servicio desde la derecha de Sergio León, pero sí convirtió el tanto que volteó el marcador. Se durmió en una opción clara de remate final.

Alcaraz: Salió por el lesionado Roque Mesa y empató en una de sus incorporaciones llegando desde atrás. El esférico le cae en la zona derecha y pone el centro que acaba en el 1-2.

Toni Villa: Intenso en la presión, robó un par de balones en tackling. Trató de ejercer de lanzador cuando el equipo tuvo espacio para salir al contragolpe.

Cristo: Sus primeros contactos al salir al césped fueron bonitos y precisos en lo técnico, aunque poco efectivos.

Óscar Plano: Participativo en esos minutos finales en posiciones interiores, las que tuvo que reforzar con uno menos.

San Emeterio: Entró al tapiz para refrescar la zona ancha, en la que Aguado contaba con tarjeta amarilla.