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RAYO VALLECANO I ENTREVISTA AS

Álvaro: "La propuesta de Iraola se amolda a mis características"

El extremo (Utrera, 1992) es el pichichi del Rayo, con tres goles, los mismos que Falcao. Lleva dos jornadas consecutivas marcando y encarna a la perfección las virtudes del equipo de Iraola.

Álvaro posa para AS en la Ciudad Deportiva.
JOAQUIN CORCHERO ARCOSDIARIO AS

Álvaro García está de dulce, pero no es de ahora. Ya la temporada pasada deslumbró en Vallecas y no ha perdido un ápice de chispa en Primera. Tiene gol y otras muchas cosas más. Algunas ya las destapó Cervera en el Cádiz y otras, Iraola en el Rayo. De una a otra etapa convivió con el peso de ser el fichaje más caro de la historia de la Franja, una etiqueta que se sacudió ya. Aquello fue una liberación y su sociedad con Fran dio paso a los García, una dupla fundamental para el ascenso que se abre paso en la élite. Ese niño, que no daba tregua al balón y tenía de referente a Reyes, soñaba con despuntar. Ahora a nadie le hubiera extrañado toparse con su nombre en la última lista de Luis Enrique. El extremo zurdo encarna a la perfección el ideario del equipo de moda, un Rayo en puestos europeos, que piensa en grande sin despegar los pies del suelo...

—El Rayo está de moda.

—Estamos muy contentos. Las cosas están saliendo así porque hay mucho trabajo detrás. El equipo sabe perfectamente qué tiene que hacer en cada momento y situación. Si hay que meterse a defender atrás, jugar a la contra o tener el balón… lo hacemos. Es fundamental.

—¿Sienten la ilusión de la afición con este 'EuroRayo'?

—Notamos ese ambiente, esa alegría. Después de haber estado dos temporadas en Segunda, ascender y vernos en esas posiciones es extraño. Nos lo merecemos. El equipo está jugando bien, compitiendo increíble… Por soñar que no quede, aunque debemos ser realistas y luchar primero por nuestro objetivo. La permanencia es lo más importante y cuantos más puntos logremos al principio, mejor. Luego es más difícil.

—Otro aliciente es la llegada de Falcao.

—Ha venido con muchas ganas y se ha visto en los partidos, cómo lucha, cómo la pide... Además, tiene gol. Para nosotros es bonito jugar con alguien de su nivel y también es un reto. Tiene muchísima repercusión todo lo que hace y eso es bueno para el club. Ahora vienen muchos colombianos al campo, gente disfrazada… Es bonito ver eso.

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—También lo fue el recibimiento de la afición antes del último partido ante el Cádiz...

—Teníamos muchas ganas de que la afición pudiera venir a Vallecas. El pasado playoff ya hubo algo de público y, de jugar sin nadie a hacerlo delante de unos poquitos, se notaba la diferencia. Eso nos da la vida. Sentimos que cuando nos fallan las fuerzas, ellos nos sostienen… Es la esencia del fútbol.

—Los jugadores han dado un paso al frente y se están implicando en la problemática de la afición con el tema de los abonos...

—Si cada vez que hay un partido no hay abonos, pues va a haber colas, desastre a la hora de vender entradas… Ojalá pronto los saquen. Necesitamos a la gente y queremos que esté contenta, que vaya a disfrutar al estadio con su abono y su asiento de siempre.

—¿Cómo se vive un ascenso en plena pandemia?

—La felicidad del ascenso la tienes igual, pero la celebración sí cambia. Subí a Segunda con el Cádiz y fue una locura, con la gente en la calle y demás. Esta vez no hemos podido ir a la Fuente  y se te queda esa espinita.

—Precisamente al Cádiz, uno de los equipos de su vida, le marcó en la última jornada.

—Significó mucho para mí. Di un paso grande en mi carrera. No sabía qué nivel podía alcanzar hasta que no coincidí con Cervera. Él me dijo exactamente lo que quería y me enseñó cómo explotar mis virtudes. Así pude dar el salto al Rayo como el fichaje más caro…

—¿Fue una presión?

—Al principio no, como acababa de llegar no lo sentía así, pero cuando las cosas no salían se me venía a la mente y me lo recordaban en todos lados. Ahí sí que costaba. Por suerte, el año pasado me quité todo el peso de encima.

—¿Ahora cómo está en lo personal?

—Me encuentro bien, con confianza y marcando, que quizá era algo que me estaba fallando un poco más. Y cada vez que lo hago, llega Falcao y me iguala (ríe).

—La propuesta de Iraola le ha venido como un guante…

—Totalmente. El míster pide cosas que me vienen muy bien: ir a los espacios, dar profundidad… Todo eso se amolda a mis características. Con los sistemas anteriores me costaba más. Iraola me permite ser muy vertical.

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—De su conexión con Fran nacieron los García...

—Nos compenetramos muy bien, sabemos qué tiene que hacer cada uno cuando vemos los movimientos del otro. Nos ayudamos mucho. Yo lo hago en defensa y él, en ataque. Este vestuario es una piña y competir así es más fácil.

—Hábleme de sus primeros pasos en Utrera.

—Es una buena cantera. Hay varios equipos de niños y si no juegas en el Utrera, que es el principal, tienes dos o tres más. Eso hace que salgan tantos futbolistas. Mi referente y el de la mayoría era Reyes, por cómo era, por lo que consiguió…

—¿Y el fútbol le viene de familia?

—Mi padre jugó de delantero, no a alto nivel, pero todo el mundo en el pueblo dice que era bueno. Era diestro. Un tío mío, por parte de madre, estuvo en las categorías inferiores del Betis y él sí que era zurdo como yo. Es por mi familia por quien me nace el gusanillo. En el colegio jugaba al fútbol, terminaba y bajaba con los amigos para seguir jugando… Prácticamente estaba todo el día con el balón.

—Y del pasado saltemos al futuro, ¿ve el suyo en Vallecas?

—Ahora mismo no ha habido conversaciones para renovar… Pero estoy centrado y feliz aquí.