Benzema, medalla de oro
Va lanzado en la pelea por el Pichichi y la Bota de Oro. Lleva ocho tantos, uno más que Lewandowski y Haaland. También atisba la joya de la corona, el Balón de Oro...
Con Benzema la duda es si el cielo es el límite o su fútbol galáctico puede llegar incluso más allá. De momento, certifica con partidos como el del pasado miércoles contra el Mallorca que es un más que firme candidato al Balón de Oro y la Bota de Oro. Y que vale por un equipo entero. Literalmente.
El delantero francés consiguió ante los insulares su octavo gol en Liga, los mismos que habían logrado hasta ese momento y en conjunto Memphis Depay, Braithwaite, Coutinho, Pedri, Piqué, Araujo, Sergi Roberto, Busquets, Jordi Alba, Lenglet, Sergiño Dest, Eric García, Riqui Puig, Mingueza, Gavi, Demir, los dos De Jong y hasta el Griezmann de las tres primeras jornadas, antes de volver al Atleti. Es decir, el Barça al completo.
Un ejemplo, quizá anecdótico, pero ilustrativo de cómo Karim está viviendo su temporada más estratosférica desde que llegó al Madrid. La dimensión que está adquiriendo el atacante francés ha superado en materia de participación en goles incluso la del mejor Messi. El segundo tanto de Karim al Mallorca supone el octavo en Liga y la asistencia contra los bermellones eleva a 15 las dianas (marcó 8 y asistió en 7) en los que ha participado. Una cantidad récord a estas alturas de campeonato en toda la historia de la Liga. Mejora los 14 en los que los que participó Messi en la 2011-12...
En el horizonte tiene algo lejano pero factible, la Triple Corona del goleador: ganar el Pichichi liguero, el Balón de Oro europeo y ser elegido Balón de Oro. Sin Cristiano desde hace tiempo y ahora sin Messi, a Karim se le ha limpiado buena parte de la competencia al menos para el primer objetivo, el doméstico. De hecho, aventaja en tres dianas a su compañero Vinicius y son cuatro de distancia con el siguiente, Oyarzabal. Benzema se ha echado, con goles y asistencias, al Madrid a cuestas para envidia del gran rival al otro lado del puente aéreo.
Traspasadas las fronteras, KB9 (como le gusta firmar sus publicaciones en redes sociales) va a por el oro. Primero el de la Bota de ese metal precioso. Lo que parecía otra temporada más de pelea a cara de perro entre Lewandowski y Haaland, se ha convertido en pulso a tres. Los ocho tantos de Benzema aventajan en uno a los siete del polaco, los mismos que ha hecho el noruego. La clasificación para la Bota de Oro la lidera ahora mismo Ohi Omoijuanfo (del Molde noruego) con 20 tantos, pero la Liga en Noruega empezó hace 19 jornadas y además los goles allí tienen un coeficiente de puntos menor (1,5 puntos por gol) que en las cinco grandes Ligas (2 puntos) a la hora de establecer la clasificación final del premio.
Benzema puede decir, incluso, que es más efectivo que sus dos grandes rivales. Sus ocho goles han sido el producto de 17 disparos, mientras que para sus siete Lewandowski invirtió 20 remates y Haaland se fue a los 22.
Nunca ha ganado uno de los grandes premios...
Benzema nunca ha sido Pichichi, tampoco Bota de Oro, pero hay incluso un objetivo más grande que es más factible que nunca: el Balón de Oro. Un premio concedido por France Football, pero que se le resiste a los futbolistas franceses desde que lo levantase, en 1998, Zinedine Zidane. Ha llovido mucho desde aquello y el primer paso en la reconciliación de Francia con Karim tras la tormenta del Caso Valbuena fue su llamada a la pasada Eurocopa, donde regresó como si nunca se hubiera ido. Cuatro goles eclipsando al emergente astro nacional, a su amigo Mbappé. Benzema, este año, apunta a Rey Midas.