Redención De Tomás
El delantero del Espanyol se repuso a dos goles anulados por el VAR, a tres penaltis fallados, y ahora debutará ante el Sevilla, que lo tanteó. En 2020, faltó y liquidó su racha.
No existe en el fútbol mejor método de sanación mental que el gol. Que se lo pregunten a Raúl de Tomás, protagonista de una redención doble que antes de terminar la semana puede convertirse en triple. El delantero, autor de dos de los cuatro goles del Espanyol en esta Liga y de una de las asistencias, pasó ante el Alavés de una frustración superlativa a elevar su condición de imprescindible para el conjunto perico.
“Se te pasan muchas cosas por la cabeza, porque había metido dos goles y me los habían anulado, y eso es algo que en la mente permanece”, reconoce De Tomás. No es para menos. A los 18 minutos, el VAR ya había inutilizado dos dianas suyas –la segunda, con espectaculares control y definición– y sus respectivas celebraciones. Y en el minuto 54, cuando aún con el 0-0 en el marcador afrontó el lanzamiento de un penalti, no solo recordó esos dos tantos sino su suerte con las penas máximas. Venía de fallar las tres anteriores, en Segunda, ante Albacete, Leganés y Almería, e incluso una cuarta en pretemporada frente al Rayo Vallecano. “Cuando me tocó tirar, limpié la cabeza y lo hice como sé”, resuelve.
Con una autoestima a prueba de bombas, la redención de Raúl de Tomás puede vivir un nuevo capítulo este sábado, en el que será el primer partido oficial de su carrera frente al Sevilla. Tras disputar más de 200 encuentros entre Primera, Segunda, la Copa del Rey e incluso la Champions, y de militar en Rayo Vallecano, Valladolid, Córdoba, Benfica y hasta Real Madrid, nunca se ha enfrentado con un rival que, paradójicamente, tanteó su fichaje cuando en enero de 2020 zozobraba en Portugal, pero el Espanyol le había persuadido antes.
El madrileño, que sin embargo sí ha jugado en el Sánchez Pizjuán, pero contra el Sevilla Atlético –con un doblete incluido, el 16 de abril de 2017 como jugador del Pucela–, estuvo a punto de actuar ante el Sevilla poco después de su aterrizaje en el club perico, el 16 de febrero de 2020, pero unas molestias en el abductor derecho le impidieron entrenarse en la previa y, por tanto, no pudo viajar a la capital andaluza.
Curiosamente, hasta aquel fin de semana, contaba por goles todos sus partidos con el Espanyol –cuatro en LaLiga y uno en la Copa–, pero ya jamás volvería a marcar esa temporada. “Esperemos que esto no se quede aquí, debemos tratar de conseguir los tres puntos en todos los campos donde vayamos”, señala ahora, de redención en redención.