Vico, un falso ‘9’ camuflado en nuevo ‘todocampista’ del Leganés
Los mapas de calor muestran como su posición media es la más adelantada. Su rol por todo el campo dinamiza al equipo. Tipo Gabriel.
El Leganés juega con falso 9. No lo parece. Pero existe. El rol lo ejerce un Fede Vico que, a priori, parte como mediapunta, pero que le gusta ejercer como todocampista de un equipo en el que, curioso, suele convertirse en su jugador más adelantado. Más si cabe que los delanteros, que al final de los partidos ocupan posiciones medias más retrasadas que este cordobés, enérgico, de juego eléctrico y pisada poderosa capaz de dinamizar todo el ataque blanquiazul como hacía tiempo que no se recordaba al sur de la capital.
El dato lo chivan los mapas de calor, esas herramientas capaces de medir por qué zonas se mueven más los futbolistas. En el caso de Vico suelen dibujar amplias franjas de campo que, sin embargo, centralizado en una posición media (como lo llaman las estadísticas), lo sitúan siempre por delante del ‘9’, que en el caso del Leganés, luce el ‘24’. Jon Bautista el dueño de este dorsal, suele jugar con tanta tendencia a conectar con la medular, que casi siempre se dibuja por detrás de Vico, el hombre más adelantado.
El dato es llamativo, anecdótico y también reflejo de la filosofía de un Garitano que jamás creyó en sistemas, si no en fórmulas para ocupar espacios. Con Vico, el de Bergara logra abarcar amplias zonas con, además, incidencia directa en el juego. Sirva de ejemplo el gol con el que los blanquiazules tumbaron al Amorebieta y que nace de las botas del propio Vico.
Incisivo y efervescente
Volcado a la banda derecha, la contraria a su pierna, es él quien primero encuentra entre líneas a Pardo y luego éste quien asiste a Randjelovic en medio del boquete que dejó la defensa visitante. Poco después del gol, Vico había aparecido por el lado contrario, el izquierdo, para asistir a Bárcenas en la acción que casi supuso el 2-0, un remate lejano del panameño que salvó Santamaría.
Ese pendular constante gusta en Leganés. También su capacidad para acelerar el ritmo y hacer que el equipo corra sin que por ello disminuya el potencial defensivo de los pepineros. Esa capacidad total era lo que desde hacía tiempo venía reclamando un Garitano que había usado de forma recurrente a Eraso y luego a Juan Muñoz para el puesto de ‘10’. Vico es diferente. Más dinámico y vertical que el primero, pero también más sólido y físico que el segundo.
Una solución que recuerda a la conversión de Gabriel Pires en mediapunta cuando, en 2016, los pepineros ascendieron a Primera usando al brasileño (ahora en el Benfica) detrás del delantero cuando su verdadero rol era el de medio centro, como el propio Pires reconocía día sí, día también. En el caso de Vico el rol de enganche le resulta más reconocible, pero con el potencial de poder caer al doble pivote o las bandas si fuera necesario.