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ALCORCÓN

La destitución de Anquela provoca un incendio

La Federación de Peñas ha pedido la destitución del director deportivo Emilio Vega. En el último encuentro contra el Almería la afición mostró su apoyo al técnico despedido.

Actualizado a
La destitución de Anquela provoca un incendio
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Poco antes de las 14:00 horas del pasado sábado la AD Alcorcón destituía a su técnico Juan Antonio Anquela. Fue el inicio de un terremoto del que todavía no se ve el fin entre la afición y la AD Alcorcón. El Alcorcón venía de perder 0-4 frente al Almería y solo sumaba tres puntos de 18 posibles en la tabla, pero la afición alfarera creía y cree en Anquela por eso coreó su nombre en señal de apoyo y pidió la dimisión de Emilio Vega en el encuentro frente al Almería. Pero ni eso ni la milagrosa salvación del equipo la pasada temporada fue suficiente para que la entidad le diera crédito a Anquela. A partir del anuncio de la destitución las redes ardieron.

Hartazgo de la afición

El enfado, o mejor dicho, el cabreo y la incredulidad entre los aficionados se expresó en redes sociales. Fueron centenares los mensajes que se mostraron en contra de esta decisión. Algunos abonados pidieron que el estadio estuviera vacío en el próximo partido en casa contra la Real Sociedad B. Las horas del sábado pasaban y los mensajes no se mitigaban. El enfado iba en aumento. Para muchos aficionados la destitución de Anquela era la gota que colmaba el vaso de unos últimos años en los que, para algunos, el club se ha ido alejando de la afición y de las esencias de la entidad. Muchos pedían el cese del director deportivo Emilio Vega, otros muchos manifestaban su intención de no volver a Santo Domingo o que les devolvieran el dinero del abono, también había criticas a la gestión y todos agradecían a Anquela todo lo que había dado al club. Hasta la alcaldesa de la ciudad lamentó la marcha del club de Anquela y lo considero “Todo un referente para el deporte de Alcorcón”.

Comunicado de la Federación de Peñas

A última hora de la tarde la Federación de Peñas emitió un durísimo comunicado oficial en el que en primer lugar decían a Anquela que “esta es su casa, esta es su gente y usted es Agrupación Deportiva Alcorcón”. En este comunicado la Federación pedía “En materia deportiva pedimos la destitución inmediata de nuestro actual director deportivo, Emilio Vega, que tras acumular dos fracasos seguidos creemos no se encuentra en disposición de seguir trabajando para nuestro club”.

La Federación de Peñas miraba hacia atrás: “Los hechos acaecidos hoy no son más que la acumulación de decisiones erróneas institucionales y deportivas llevadas a cabo en esta última década. Década en la que en vez de avanzar y crecer como club ha servido para estancarnos y, en algunos casos retroceder”.

Para la Federación de Peñas del Alcorcón, “entendemos que el club al no escuchar a su masa social, sus peñas y Federación ha roto unilateralmente las relaciones con estas”.

Jorge Romero

A primera hora de la noche se hacía oficial que Jorge Romero, entrenador del filial, se convertía en nuevo entrenador alfarero. Era la enésima bofetada para muchos aficionados ya que consideran que esta doble decisión de la entidad, este cambio de entrenadores en el primer y el segundo equipo, perjudica y debilita a ambos equipos. Entre la parroquia alfarera también se ha instalado la sensación de que la destitución de Anquela estaba prevista por Emilio Vega desde el inicio de temporada y tenía claro que su sustituto era Romero.

Lo cierto es que el divorcio entre el Club y la afición es un hecho, una realidad. La desconexión entre la masa social y la entidad se viene sintiendo en los últimos años y esta ha sido la gota que ha colmado el vaso. El hartazgo de la afición se ha manifestado con la destitución de, probablemente, la persona más querida y respetada de la historia del club. Anquela es para muchos el escudo. Corren ríos revueltos por Alcorcón y va a tocar reflexionar desde la entidad y tomar decisiones si se quiere girar la situación. A no ser que si la pelotita empieza a entrar en la portería contraría sirva de bálsamo, aunque la situación es inédita. Nunca la afición había mostrado de forma tan intensa, airada y unánime sus quejas, protestas y enfado ante una decisión del club.