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El peor rival posible para el peor inicio de siempre

El Getafe nunca había perdido los cinco primeros partidos. El martes llega el Atlético de Simeone al que los azulones no han marcado un gol.

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Míchel da instrucciones a sus jugadores durante el último partido de Liga que el Getafe perdió en Vallecas.
AFP7 vía Europa Press

El Getafe se encuentra en un problema inesperado. Los azulones completaron en Vallecas su peor inicio de siempre en Primera División. Nunca antes habían empezado perdiendo los cinco primeros partidos. La imagen de los dos últimos, ahonda en la sensación de crisis prematura para los de Míchel, que obviamente empieza a jugarse el puesto en cada jornada venidera, a pesar de la confianza de Ángel Torres que no es propenso a los despidos de entrenadores.

El equipo se ha blindado, ha cerrado los entrenamientos y omite convocatorias y partes médicos en busca de intimidad o sorpresa para el rival. Tras la derrota de Vallecas hubo una sesión de recuperación y diálogo en busca de soluciones. El lunes, también a puerta cerrada, Míchel preparará el plan para el partido del martes ante el Atlético con la incertidumbre de si recuperará a Sandro y la certeza de que perderá a Jankto, uno de los mejores en el arranque.

El rival no invita precisamente al optimismo en el Coliseum. Desde la llegada de Simeone al Atlético de Madrid el Getafe se ha enfrentado a los rojiblancos en diecisiete partidos de Liga. Nunca le ganaron y, ni siquiera han sido capaces de hacerle un gol en todos estos años. Es obvio que El Cholo tiene cogida la medida a este Getafe por el que han pasado unos cuantos entrenadores y multitud de jugadores que nunca festejaron un tanto.

Todos los datos son contrarios al equipo de Míchel, pero sólo son eso, datos. El martes el Coliseum espera cambiar el signo de la historia y el técnico madrileño tiene que buscar las fórmulas para hacerlo. Florentino apunta al equipo titular y es previsible que Míchel introduzca más cambios en busca de una reacción imprescindible para acabar con las malas sensaciones. El aficionado azulón aguarda la reacción.