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ATLÉTICO DE MADRID-OPORTO

La cita más especial de Felipe

El central volvió a los terrenos de juego en Cornellà y tendrá galones en Champions por la baja de Savic. En el Oporto militó durante tres temporadas.

Actualizado a
Felipe con el Oporto y con el Atlético.
AS

Felipe Monteiro sabe que ha empezado su tercera temporada en el Atlético con desventaja respecto a sus competidores. La defensa de tres formada por Savic, Giménez y Hermoso se ha convertido en la ideal para Simeone y su lesión de rodilla durante la Copa América le dejó fuera de combate durante toda la pretemporada y las dos primeras jornadas de Liga.

Sin embargo, no es una situación inusual para él. En sus dos campañas anteriores de rojiblanco había tenido que hacer frente a una enorme competencia interna y, pese a iniciar el curso como teórico cuarto jugador en el puesto, acabó superando siempre los 35 partidos disputados (36 y 38). Simeone aboga por un centro de la zaga con pocas piezas, únicamente cuatro especialistas más la posibilidad de ubicar ahí a jugadores como Kondogbia o Vrsaljko. Pero sabe que sus cuatro centrales son de máximas garantías. Y en Champions tendrá que hacer frente a la ausencia del más inamovible de ellos durante el último año.

Savic acarrea cuatro partidos de suspensión por su expulsión en los octavos de final de la pasada temporada ante el Chelsea y no podrá recibir al Oporto, visitar al Milan ni disputar los dos encuentros contra el Liverpool. Y ahí emerge la figura de Felipe, siempre preparado. Ante el Espanyol ya tuvo sus primeros minutos del curso aprovechando el gran esfuerzo que había acumulado Giménez durante el parón internacional y que le obligaba a tomar un descanso. Y pese a los más de dos meses inactivo, respondió con seguridad y contundencia.

En los últimos minutos sufrió un duro golpe en la espalda tras un salto desequilibrado, pero pudo continuar. Y al brasileño se le ve cómodo cerrando la línea de tres centrales, pero aún más cuando pasa a formar pareja con un compañero, como ocurrió en la segunda mitad con Savic tras la entrada de Lodi por Hermoso en el descanso. Su buen nivel le coloca con opciones para repetir ante el Oporto, un rival muy especial para Felipe.

El brasileño puso un rumbo a Europa bastante tardío para lo que es habitual. Con 26 años salió del Corinthians para enrolarse en las filas del Oporto, donde fue importante desde el primer día y acabó cuajando tres grandísimas temporadas (45, 44 y 53 partidos respectivamente) como un fijo en el eje de la zaga, brillando bajo el mando de un Sergio Conceição que estará en el banquillo rival en la noche de hoy. El Atlético pagó 20 millones por sus servicios y llegó a LaLiga para demostrar todas esas cualidades que le habían convertido en un muro en el Oporto.

Ahora, Felipe se ha convertido en un habitual en su selección y pese a que con sus 32 años se le puede considerar todo un veterano, su explosión tardía le lleva a querer mostrar un máximo nivel durante muchas más temporadas. Su historia da para escribir un libro. Con 19 años, Felipe llegó a desistir del fútbol tras ser rechazado en las pruebas de más de una docena de clubes. Pasó a trabajar repartiendo setas para su suegro, en restaurantes de São Paulo. Hasta que el Bragantino se interesó por él tras analizar su DVD y le fichó con 20 años para jugar directamente la Segunda División brasileña de 2011. Después de 33 llamó la atención del entonces técnico del Corinthians, Tite, que le contrató. Tras cinco años en el club brasileño, el Oporto le abrió las puertas de Europa y hoy será su rival por primera vez, en un Atlético que sabe que con un grupo tan complicado es fundamental estrenarse ganando en casa.