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LEGANÉS

El Leganés bombardea sin precisión

No hay equipo en Segunda que tire más: 71 ocasiones, pero sólo 10 han ido entre palos. También centra como ninguno (126) pero sin acierto (99 balones fallidos)

Actualizado a
El Leganés bombardea sin precisión
AMAIA ZABALODIARIO AS

Tiene el Leganés un problema serio de puntería. En los remates. En los centros. El equipo de Asier Garitano se encuentra entre los que más tira del campeonato. También entre los que más balones aéreos mete al área. Una abundante producción ofensiva que también es abundante en lo que a desatino se refiere. Ningún equipo del campeonato tiene el punto de mira tan desviado como los blanquiazules en ambos guarismos.

En los remates el Lega es el quinto que más remata de estas 5 primeras jornadas, con 52 remates. La media es de más de 10 por partido. Pero sólo 16 de esos 52 han ido entre palos y tres se han convertido en gol. La eficiacia pepinera es del 18,75%. Sucede, además, que sólo uno de esos remates terminó en gol sin mediar fortuna de por medio.

Lo hizo Arnáiz, que marcó ante el Burgos sin intermediarios. En los otros dos tantos, Bautista vio como su testarazo ante el Eibar acaba dentro tras tocar en Cantero y Sabin hizo lo propio tras ver como Babin desviaba su remate frente al Sporting. Llamativo. También lo es que el Leganés sea el segundo equipo de Segunda que más remata fuera de los palos o al palo, con 36 remates fallidos. Uno de ellos pegó en el larguero el pasado sábado y bien pudo significar el empate pepinero en El Molinón. Pero Randjelovic se estrelló con la madera y la igualada quedó en amago.

Un remate cada 6 minutos

Sucede que el Leganés en realidad ha rematado 19 veces más de esas 52 que reflejan las estadísticas, pero en 19 ocasiones los disparos de sus futbolistas terminaron bloqueados por los rivales, lo que hizo que esos remates no tomaran camino alguno, ni entre palos, ni fuera de los palos. Así que no contabilizan como remates.

En todo caso, no hay equipo alguno en Segunda al que hayan frustrado tantas ocasiones. Así que sumando los 52 remates (entre palos y fuera) y los 19 que le han bloqueado, tampoco hay equipo que remate más que este Lega: 71 veces, a una media de 14,2 por partido. Uno cada 6 minutos. Un bombardeo.

La carencia de los centros

Esa fórmula de asalto reiterado cuaja dentro de un fútbol de fórmula directa, con constantes balones al área. La mayor parte de los que mete el Leganés en la zona de castigo se cuecen al fuego rápido de centros que también se están estancando por falta de puntería.

En Segunda no hay equipo que meta más centros que el Leganés, con 126 intentos, pero casi un centenar de ellos (99) han terminado fallando. Sólo 27 se ejecutaron bien (el 21,42%), lo que pone al Lega como el 7º equipo de la categoría más eficaz en este apartado en el que su próximo rival, el Amorebieta, es el más eficaz: 36 centros buenos de 126, el 28%.

Con estos datos en la mano, resulta notorio que el Leganés necesita mejorar el tino en sus remates, pero quizá también modificar una fórmula de ataque que, por ahora, no está resultando provechosa y que por ejemplo en Gijón se repitió con altas dosis de impotencia.

“Hemos metido muchos balones frontales y ahí Babin y Marc Valiente son poderosos”, admitió tras el duelo un Asier Garitano que, curiosamente, desatascó el partido con cambios que ampliaron el campo (se pasó a jugar con 4-3-3), pero que generaron más situaciones de 2 contra 1 en banda y más opciones de combinaciones interiores con la presencia de tres hombres en el medio. Un guiño que quizá sirva de inspiración para remendar la impotencia ofensiva que lastra al Leganés.