El Alavés podría doblar el público ante Osasuna

El Alavés espera que el LABI del viernes reduzca las restricciones para el acceso a Mendizorroza pero tendrá muy complicado el poder aplicar las nuevas condiciones de un día para otro. Ahora mismo sólo pueden entrar el 30 % del aforo y el salto podría llegar al 60 % como en muchos campos de España. No es lo mismo meter en el estadio a 6.000 personas que a 12.000.

Estas nuevas circunstancias se podrían aplicar para el día del Atlético de Madrid, el sábado de la semana próxima a las 14 h. Al igual que en otros estadios, además, mucha gente prefiere no ir todavía al campo. Salvo en la jornada contra el Real Madrid, el Alavés no ha completado el aforo que tenía permitido al 100 %. Eso sí, siempre ha habido listas y posteriores sorteos.

“Se está trabajando sobre diferentes escenarios y sabemos que uno de ellos es el de la ampliación del aforo. Hasta que no haya una resolución definitiva y no se sepa el momento en el que entre en vigor, seguiremos a la expectativa”, han declarado al Diario AS fuentes del club. Pero, de un día a otro, es complicado poner en marcha todo el dispositivo de listados, sorteos y demás asuntos. Más todavía siendo un sábado.

El Decreto 35/2021 del Gobierno Vasco establecía que, en recintos con más de 5.000 personas, sólo se permitiría acceder al 30 %. Pero la LFP ha reaccionado y en los próximos días también se pronunciará el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. De hecho, ha establecido un plazo para que los gobernantes expongan su punto de vista sobre la pandemia y las restricciones consiguientes. En la pelota, por ejemplo y bajo techo, se permite que entre más gente que en un campo de fútbol, algo inaudito.

El 86 % de las localidades se destinan para la afición del Alavés. El 14 % restante es para compromisos institucionales, patrocinadores y para el club rival. En el caso de Osasuna, puede haber presencia rojilla en las gradas. El choque se disputa este sábado a las 21 h. en Mendizorroza. Las peñas del fondo de Polideportivo, por ejemplo, no irán al estadio hasta que se recupere la normalidad total. Quieren meter pancartas, banderas y parafernalia y eso, ahora mismo, es ciencia ficción. Sí dejan libertad a sus miembros, que lógicamente son abonados, para que vayan a nivel particular a ver los partidos.