Alerta Deschamps
El seleccionador vive su momento más crítico desde que cogió las riendas de la selección. No ha ganado ninguno de los últimos cinco partidos oficiales.
Desde que Didier Deschamps cogió las riendas de la selección francesa en 2012, el seleccionador no había tenido un momento tan crítico como hasta ahora. La campeona del mundo no ha ganado ninguno de los últimos cinco partidos y la sensación es que el técnico no tiene asumido el control del vestuario. El empate ante Ucrania el sábado ha puesto en entredicho en Francia la continuidad del seleccionador, que parece que tendría fecha de caducidad tras el Mundial de Catar en 2022.
La eliminación en los octavos de final contra Suiza, unidos a los empates ante Bosnia y Ucrania, obligan a Deschamps a modificar el rumbo de la selección. La tricolor se había mostrado firme y sin fisuras hasta el Mundial de Rusia en 2018, pero, en los últimos tres años, la irregularidad y los constantes cambios de sistema anticipan un cambio en la hoja de ruta de Les Bleus. En el horizonte está la figura de Zidane, que se ha tomado un año sabático tras dejar el Real Madrid y es el principal favorito para coger las riendas de Francia tras el Mundial de Catar, que será, salvo sorpresa, el último torneo oficial de Deschamps como seleccionador si no ocurre antes una hecatombe en la fase de clasificación (Francia es líder con 9 puntos y tiene cuatro puntos de ventaja sobre Finlandia, su rival el miércoles).
El sábado, Lloris, capitán de la selección, alertaba que Francia no puede vivir de la renta obtenida en Rusia y que se necesita un cambio de mentalidad en el equipo cuanto antes. L’Équipe y varios medios de tirada nacional en Francia evocan que Deschamps ya no es ese gestor inquebrantable que ha sobrevivido a cualquier situación límite en el vestuario en los últimos nueve años. El agotamiento del ciclo, agudizado en la última Eurocopa, amenazan con un fracaso en el Mundial de Catar. Aunque el seleccionador ha intentado incorporar caras jóvenes, como las de Camavinga, Aouar, Theo, Veretout, Diaby, Marcus Thuram o Koundé, los resultados no acompañan y Francia, que es la principal favorita para ganar el Mundial de Catar, ha perdido poco a poco terreno como la selección a batir del fútbol mundial.
Sin embargo, tanto la Federación Francesa como la plantilla siguen teniendo la confianza intacta en Deschamps. Si algo ha caracterizado al seleccionador en su longeva etapa al frente de la selección, es la de saber cómo gestionar los altibajos en el vestuario. No le tembló el pulso a la hora de desconvocar a Rabiot y Benzema (ambos han vuelto indultados por el técnico), ni tampoco ha titubeado a la hora de introducir modificaciones. A poco más de un año del Mundial, Deschamps debe encontrar un equilibrio que, por ahora, sigue estando lejos de lo deseado. Zidane espera una llamada de Le Graet después de Catar para iniciar un nuevo ciclo ganador que devuelva la ilusión a una Francia venida a menos en los últimos años.