Derrotas que anuncian futuras victorias..., o no
El Racing sigue la misma línea de mediocridad y falta de ritmo de todo el verano. El pobre consuelo es que ninguno de los dos rivales en liga ha sido mejor
El color del cristal
El marcador no lo explica todo en el fútbol. Ni lo que llaman el big data, tan de moda en el fútbol, tampoco. Este es un deporte más cercano a 'Golpe de efecto' que a 'Moneyball', a Clint Eastwood que a Brad Pitt y por eso las discusiones sobre un partido pueden ser interminables. Más que el ordenador, la inmensa mayoría nos fiamos más a la hora de valorar el fútbol de la vista, del olfato y del gusto. De nuestra vista, de nuestro olfato y de nuestro gusto, que perfectamente pueden ser diferentes, incluso opuestos, a los de nuestros interlocutores (a Óscar García Mayo, mi compañero en la SER, le gusta Eric García, ahí es nada). Y eso está bien, es parte de la magia del fútbol, incluso del espectáculo. Hay periodistas que han hecho fortuna en los grandes medios llevando la contraria y se están forrando a base de poner la pimienta en las tertulias. Nada que objetar. Me preocupa más cuando el que circula en dirección contraria a todos los demás es el entrenador del Racing. Ahí no me hace gracia.
Optimismo
Por más veces que escucho la rueda de prensa de Las Gaunas no acabo de entender lo que quiso decir el entrenador del Racing cuando afirmó que esta era de esas derrotas que traen victorias futuras. Tal vez se refiera a los 25' del primer tiempo en los que, sin ser superior en ninguna de las dos áreas y sin ritmo de balón, su equipo fue mejor que el UD Logroñés. Sin que Serantes tuviera que parar más que un tiro lejano de Bustos pero, vale, convengamos que los riojanos fueron inferiores en ese tramo del encuentro y que el gol de Guarrotxena fue un premio inmerecido a su quehacer en el partido hasta ese momento. Pero en la hora posterior el Racing fue incapaz de imponerse. Porque los de Mere tuvieron éxito a la hora de que bloquear el partido y porque cada cambio en el Racing (algunos obligados por lesión) no hizo más que empeorar el equipo. En este tramo, eso sí, el portero riojano hizo a Soko la única parada digna de ese nombre de todo el partido.