Fran Carbia endulza al Nàstic y deja en la lona al Barcelona B
El atacante apareció en la segunda mitad y sólo necesitó ocho minutos para firmar el gol del triunfo. Los grana suman cuatro puntos tras las dos primeras jornadas de Liga.
El Nàstic vence, convence y hace vibrar a un Nou Estadi entregado. Uno de los cánticos de la afición grana reza ‘fins al final, força Gimnàstic’ (hasta el final, fuerza Gimnàstic) y es que el gol de Fran Carbia en el 79’ valió oro. Los de Agné tiraron de oficio y paciencia para primero contener y después superar a un Barça B respondón y que tiene un futuro esplendoroso. El Nàstic ya sabe qué es ganar este curso, suma cuatro puntos tras dos jornadas, y se coloca arriba en la tabla.
La mano de Raül Agné y su estilo de juego puede parecer que son protozoos, pero con el paso de los minutos se observa como los jugadores del Nàstic tienen su idea bien asimilada. El conjunto grana se mostró fiable atrás, con argumentos suficientes para salir a la contra y no se le vio excesivamente preocupado por dejarle el balón al Barcelona B. Es cierto que Manu García tuvo que aparecer de manera meritoria en el 11’ ante Jutglà, pero Quintanilla y Aythami formaron un muro sólido. El calor hizo mella en ambos conjuntos según avanzó el duelo, aunque el Nàstic llegó más entero a los últimos minutos de la primera mitad. El primer aviso lo lanzó Pablo Fernández y, en el 39’, fue Robert Simón quien dispuso de una gran ocasión para firmar el 1-0. El extremo tiró cruzado y se topó con un excelente Iñaki Peña.
Ya en la segunda mitad, tanto Nàstic como Barça B salieron con una marcha más al terreno de juego del Nou Estadi y fueron los locales los que, a través de Del Campo, con un tiro al larguero, y una serie de faltas laterales, se mostraron más incisivos. Pero todo se desató a partir del 70’ con la aparición de Fran Carbia. El delantero grana, que tiene el don de la oportunidad, aprovechó a la perfección un pase en largo de Joan Oriol a la espalda de Ramos Mingo y superó en el mano a mano a Iñaki Peña. El 1-0 desató la alegría en el feudo tarraconense y, tras ello, el Barça B sólo hizo que desesperarse. Manu García apenas apareció bajo el foco y los tres puntos se quedaron en Tarragona.