Garitano contra Garitano, la historia de una potencial venganza
En 2017, la goleada del Leganés al Depor de Gaizka provocó el cese del ahora técnico del Eibar. Si hoy vencen los armeros, le devolverá aquel golpe y dejará muy tocado a Asier.
Garitano contra Garitano. No es un concepto psicosomático o un desdoblamiento de personalidad. Es el partido de la jornada. El Eibar de Garitano (Gaizka) recibe al Leganés de Garitano (Asier) con el ánimo revuelto en ambos conjuntos y una potencial venganza indirecta que permitiría al primer Garitano, el armero, devolverle un duro golpe al segundo Garitano, el pepinero.
Juego de intercambios que se remonta a 2017, cuando el Leganés aún era equipo de Primera (se estrenaba en la élite) y encarrilaba su permanencia humillando al Deportivo de la Coruña que entonces entrenaba el ahora preparador del Eibar. Fue su última tarde como deportivista. Seguramente una de las más duras de su carrera.
Una goleada, una destitución
Butarque se llenó aquella agradable tarde del 25 de febrero de 2017. Nada nuevo en unos tiempos en los que el Leganés se ilusionaba sólo con respirar. Ahora la crítica lo inunda todo. También sólo con respirar. Transmutación por pasar apenas cuatro años en la élite que entonces parecía imposible. A los blanquiazules sólo les importaba disfrutar del camino. Y ese día lo gozaron a lo grande.
El Deportivo llegó a la Avenida de los Once Leones hundido en los puestos bajos de la tabla y con su entrenador en entredicho. Era la segunda vez que los Garitanos se veían en categoría profesional (la primera la venció también Asier en Riazor, 1-2) y de aquella partida salió la primera goleada del Leganés en Primera: 4-0 con goles de Szymanowski, Mantovani, Unai López y Alberto Bueno.
El Leganés empezó a creerse que podía ser de Primera y el Deportivo temió dejar de serlo. Por eso tras aquel partido la directiva gallega decidió fulminar a Gaizka Garitano, que abandonó Butarque aún sin ser despedido, pero sabiéndose entrenador al borde del cese.
La noticia se confirmó horas después en la que sería la penúltima destitución del vizcaíno en Primera. Luego llegaría la del Athletic, pero aquella fue diferente a ésta. Por sorpresa y después de haber conseguido, entre otras cuestiones, clasificar a los leones para una final de Copa del Rey que el bilbaíno no pudo disfrutar por la pandemia. La que era cita para Garitano acabó disfrutándola Marcelino.
Los otros Garitano vs Garitano
El caso es que desde entonces, desde aquel primer Garitano versus Garitano que acabó con Gaizka en la calle, uno y otro se vieron las caras dos veces más. Uno dirigiendo al propio Athletic y el otro, Asier, dirigiendo al Alavés. Ninguno de aquellos dos duelos (una victoria para cada uno) venía bajo las circunstancias actuales, ésas que obligan a los dos a ganar. El Eibar, porque debería ser el transatlántico de esta temporada en Segunda, pero sólo lleva un triunfo. El Leganés, porque sólo ha logrado un punto de nueve posibles en medio de un fuerte ambiente de tensión social.
De quedarse la victoria en Ipurua, el golpe para el Garitano pepinero, para Asier, será duro, muy duro. No llegaría a la intensidad de aquel que provocó el cese de Gaizka, pero sí podría suponer un terremoto en el seno de Butarque y la reducción drástica de parte del crédito que cuenta el entrenador de Bergara por sus milagros al sur de la capital. Consecuencias convertidas en una indirecta venganza de Gaizka sobre Asier. Aunque ninguno quiera tomarse revancha alguna sobre el otro. Aunque la relación entre los dos sea cordial. El fútbol, sin embargo, es así. Cuestión de rachas… y llamativas coincidencias.