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OSASUNA

Chimy Ávila recuerda para LaLiga el calvario durante sus lesiones

El delantero argentino sufrió dos graves lesiones de rodilla que le tuvieron 435 días apartado de los terrenos de juego

Pamplona
Chimy Ávila durante un entrenamiento
Oskar Montero

Dos graves lesiones de rodilla tuvieron apartado a Chimy Ávila de los terrenos de juego 435 días. Ya está totalmente recuperado, aunque todavía no ha logrado mostrar su faceta goleadora en partido oficial y ha sido suplente en los tres encuentros de la presente Liga disputados hasta el momento.

El delantero argentino repasó para LaLiga qué sus sensaciones durante el calvario que lo tocó vivir. “En la rodilla izquierda tuve roto el ligamento cruzado y el menisco. En la derecha sólo el cruzado. Las dos lesiones llevaron su proceso y su tiempo para poder recuperarme”. ‘El Comandante’ siempre estará agradecido a la afición por todo el apoyo que le dieron: “Es duro, pero siempre digo que gracias a la familia y la afición de muchos clubes, sobre todo rojillos y rojilla, que me ayudaron muchísimo, uno lo sabe sobrellevar. Con la alegría de la permanencia del equipo, todo fue más fácil. Lo que más me ayudó fueron mis hijas y el llevarlo día a día”.

Sin duda, para el argentino fue durísimo no poder aportar sobre el terreno de juego porque: “Uno lo que quiere es siempre es estar dentro del campo, aportar a los compañeros, regalarle alegrías a la afición… Me dolía más estar fuera del campo que las lesiones”. Sin embargo, insiste en todo el apoyo que recibió: “Me hicieron sentir que nada estaba perdido, que me necesitaban. Eso es lo que a uno le da el plus para, día a día, recuperarse de las dos lesiones. El día que me toque marcharme me llevaré un gran cariño de la afición de Osasuna”.

Pese a la dureza del camino que le ha tocado vivir, afirma: “Lo más feo es cuando tienes una lesión o un accidente grave, que te impide volver. El resto son cosas que uno tiene que superar y no usarlo como algo malo sino para aprender y por la enseñanza que te va a dejar. Gracias a Dios hoy puedo entrenar con todos mis compañeros y estar al cien por cien”.

Sabe que todavía debe tener paciencia. En cuanto al día que volvió a pisar un terreno de juego: “Es algo muy bonito. Uno espera con ansia a que llegue ese día. Siempre les digo a mi mujer, a mi padre, a mi representante, que me hubiera gustado regresar con la afición porque hubiera sido el plus que necesitaba. Pero me ayudaban a través de las redes sociales, por la calle… Eso me ponía feliz”. Ahora sueña con volver a ofrecer a su mejor versión y da gracias por haberse rencontrado con su afición. Confiesa que todavía le queda un sueño por cumplir: “Jugar con mis hermanos en el mismo equipo”.