NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA

García Pimienta: "Estoy dolido, triste y cabreado"

El exentrenador del filial del Barcelona habla en 'Mundo Deportivo' y asegura no entender los motivos de su destitución después de sonar para el primer equipo.

Actualizado a
García Pimienta: "Estoy dolido, triste y cabreado"

Francisco Javier García Pimienta llegó a sonar como técnico del primer equipo al menos en dos ocasiones mientras dirigía al filial blaugrana. El técnico del Barcelona B fue destituido cuando entró Laporta en el club en una decisión que sorprendió a mucha gente, empezando por el propio interesado, que en una entrevista en Mundo Deportivo reconoce que no se lo esperaba.

"A finales de mayo y con un año más de contrato, Alexanco, una de las personas que más ha confiado en mí en mi carrera y a la que estoy muy agradecido, me confirmó que seguía. Dos semanas más tarde, Yuste me comunicó que me despedía y me agradeció el trabajo. Fue una sorpresa total. Yo estaba trabajando en la nueva temporada, el día antes estaba viendo como el Juvenil A ganaba la Liga y ese viernes yo pensaba que iba a una reunión de planificación. Hasta que llegué allí y me despidieron. Lo único que me dijeron fue que querían que entrara su gente, que no había otros motivos", relata el técnico.

Ante esta situación, García Pimienta dice sentirse "dolido, triste, cabreado... Creo que no fueron las formas correctas, que no fue justo. El trabajo que se ha hecho en el Barça B las últimas temporadas ha sido brutal y no se entiende. Cuando tienes tantos jugadores de nivel que acaban jugando en el primer equipo, creo que el objetivo está cumplido. Pero las personas vamos pasando. Los que están ahora, que fueron los que me firmaron hace 15 años, decidieron que no siguiera. Esto pasa y ahora toca mirar al futuro".

En su primera aparición pública tras su destitución, García Pimienta confirma que fue una opción real para entrenar al primer equipo: "Por inputs que tenía, sé que fui opción al menos dos veces y para mí ya es un orgullo estar en las quinielas. Estoy seguro de que hubiera ido bien porque conocía a la perfección a muchos de los jugadores y ellos a mí. Tengo la sensación de que mucha gente lo quería. Incluso jugadores consagrados del primer equipo me enviaban mensajes diciéndome que se alegrarían mucho si se apostara por mí. A veces es más fácil optar por un nombre que creer en una persona que solo ha entrenado al filial, pero seguro que la plantilla me hubiera dado la oportunidad de demostrar mi valía".