Umtiti autoencadenado
A una semana del cierre de mercado, el francés, con dos años de contrato se niega a abandonar el club. En las últimas tres temporadas ha jugado 49 partidos.
A una semana del cierre de mercado, Samuel Umtiti sigue autoencadenado al Barça, que no ve la manera de quitárselo de encima, pese a que la sombra de que la vía Matheus Fernandes, el despido por correo electrónico, siga ahí. El jugador ha comunicado al club que no le convence ninguna de las propuestas que tiene y que quiere continuar perteneciendo a la disciplina del Barça. Básicamente, un pulso para que le paguen la totalidad del contrato que, en 2018, le firmó el presidente Josep Maria Bartomeu a sabiendas de que su rodilla izquierda no estaba en condiciones y de que los servicios médicos del club no dieron el visto bueno a la misma.
Desde aquel verano de 2018, en el que Umtiti fue uno de los héroes de la Francia campeona del mundo, ha jugado 49 partidos en tres temporadas. Pero más decepcionante que eso fue su resistencia a seguir los consejos médicos del club y, sobre todo, cómo se borró, ante el disgusto de sus compañeros, de manera decepcionante, en el final de la temporada 2019-20, la de la pandemia y el 2-8 en Lisboa contra el Bayern.
"No pasa nada, es la vida", le dijo Umtiti hace unos días a un aficionado en la Ciutat Esportiva cuando éste le dio ánimos y reprochó al club su comportamiento con él. La situación es irreversible. Sea por orden del club o porque su nivel sigue sin ser el exigido pese a que en los últimos meses ha intentado recuperar mejores hábitos, Koeman no ha contado con él. El Barça presiona para que acepte alguna de las propuestas que le llegan de Francia. Pero el jugador tiene la sartén por el mango. Triste final para un jugador que llegó de manera casi anónima procedente del Olympique de Lyon y se convirtió en ídolo en sus primeras dos temporadas, y que luego ha sido repudiado por la afición.