Buscando a Antoine Griezmann
El barcelonismo esperaba un paso definitivo del delantero francés ante la ausencia de Leo Messi. Sus dos primeros partidos oficiales han sido decepcionantes.
El primero en reconocerlo fue el propio jugador. Antoine Griezmann sabe que a día de hoy es la estrella del Barcelona, el jugador mejor pagado de la plantilla con diferencia y que debe de ejercer de líder del equipo una vez Messi se ha ido. De momento, en los dos primeros partidos oficiales el balance del francés no puede ser más descorazonador. Especialmente tras el partido del sábado en San Mamés, donde su aportación fue impropia de un jugador al que se le pide un paso adelante.
"Tengo que coger más protagonismo. Intento ayudar al equipo, ya sea en ataque o en defensa, aunque las cosas a veces no salen como uno quiere", declaró el francés al final del partido en La Catedral, que como siempre que se le requiere, da la cara en los buenos y en los malos momentos.
Pero más allá de dar la cara en las ruedas de prensa post partido, a Griezmann ya se le exige que sea definitivo y determinante. Todo el mundo sabe de su compromiso, de su capacidad para sacrificarse y para bajar a defender y colaborar con sus compañeros, pero para el segundo fichaje más caro de la historia del club esa hoja de servicios es claramente insuficiente.
Al francés se le exige que de un paso al frente en partidos complicados como los del sábado en San Mamés, donde fue invisible en ataque y sigue sin inaugurar su cuenta goleadora.
Tras la salida de Messi se esperaba que el francés, que en su espacio de juego coincidía con el argentino, pudiera dar un golpe en la mesa para liderar al Barcelona sin sentirse eclipsado por el peso de tener a su lado al mejor jugador del mundo. Pero tras dos partidos, el Barça sigue buscando a Griezmann desesperadamente.