Messi-Mbappé-Neymar, desafío a la leyenda

Antes de convertirse en un trío de hecho, de haber debutado siquiera juntos y poder plantearse una mínima continuidad en el tiempo —el futuro de uno de los socios (Mbappé) no está claro— la tripleta Messi-Mbappé-Neymar (MMN) o Messi-Neymar-Mbappé (MNM), todavía sin denominador de origen fija, ya desafía a las mejores delanteras de la historia.

Pocas herramientas sobreviven a lo largo de los tiempos en la vida en general y en el deporte en particular, como las comparaciones. Y en este caso la maquinaria ya está en marcha sin tener en cuenta que todos los parangones deberían contemplar unas mínimas medidas de seguridad. No todos valen. Las circunstancias son distintas tanto en el tiempo como en el espacio y hay que colocarlos dentro de un contexto.

De Messi, Mbappé y Neymar juntos, solo se puede esperar lo mejor. Será complicado que el técnico pueda delimitar la ocupación de los espacios de cada uno de ellos. Los tres son delanteros modernos, dinámicos, de mucho movimiento, que pueden intercambiarse las posiciones y los roles sin que el rendimiento colectivo pueda verse afectado. Todos juegan de todo y para todos.

Cabe pensar que Messi, por estrellas y prestigio, pueda ser quien más libertad vaya a tener, pero coartar a un Neymar acostumbrado a hacer lo que le da la gana dentro del terreno de juego no será fácil. Mbappé apunta, en cualquier caso, a ser el más adelantado de los tres, a ser la referencia ofensiva del equipo. Él aportará, si se queda, la velocidad, la profundidad, el juego al espacio, mientras que Messi y Neymar jugarán a su aire, más al pie, como están acostumbrados.

La referencia más cercana en el tiempo a la MMN o MNM son la BBC del Real Madrid (Bale-Benzema-Cristiano) y la MSN del Barcelona (Messi-Suárez-Neymar), aunque siempre habrá que tener presente al HBC, el tridente formado por Higuaín-Benzema-Cristiano que marcó registros goleadores inéditos.

El Madrid de los 121 goles.

En la temporada 2011-12 con Mourinho de entrenador este trío marcó 89 de los 121 goles que marcó el Real Madrid. Cifra que todavía mantiene su vigencia como la mejor marca realizadora de la historia de la Liga. Ni antes ni después, nunca tres delanteros de un mismo equipo han marcado más de 20 goles en la Liga, con 20 victorias por más de tres tantos de diferencia.

Otro dato a tener en cuenta es que Higuaín (18 partidos de titular y 17 de suplente) y Benzema (26 y 8) se repartían la titularidad y no solían jugar juntos desde el principio, porque el equipo jugaba con un 1-4-2-3-1 donde solo cabía un delantero de referencia y tres media puntas por detrás (Di María-Ozil-Cristiano).

La BBC, cinco años juntos.

Desde la temporada 2013-14 con la llegada de Bale a la 2017-18, última de Cristiano. Ganaron 13 títulos. Entre los tres sumaron 442 goles de los 784 marcados por su equipo, un 56,4 por ciento y 2,7 por partido. El portugués llegó a los 249 tantos (165 en la Liga); el francés, a los 105 (72); y el galés, a los 88 (70). La BBC jugó 293 encuentros juntos y ganó 210, un 71,7 por ciento.

Tácticamente, Bale solía partir de la banda derecha, Cristiano de la izquierda y Benzema ocupaba posiciones centrales, pero bastante más retrasadas. El espacio que dejaba libre era ocupado constantemente por sus compañeros que jugaban a pierna cambiada y buscaban su mejor perfil para el remate.

El francés, con el tiempo, definió bien el papel de cada miembro de la BBC: "Tenías un cohete, que era Bale; el goleador, que era Cristiano, y luego estaba yo, que era el espacio entre los dos, la pieza para que todo funcionara. Marqué goles, pero estuve más en la construcción, en el movimiento, tratando de abrir espacios. Para mí, no porque tengas el número 9, tienes que ser un goleador".

La MSN, tres temporadas.

El listón en el Barcelona estaba muy alto. Venía de formar delanteras galácticas. Del Laudrup-Romario-Stoichkov del dream-team de Cruyff al Messi-Eto'o-Ronaldinho con Henry como recambio del brasileño ya con Guardiola. El uruguayo, Luis Suárez, se unió a la sociedad ya montada en el Camp Nou entre un argentino (Messi) y un brasileño (Neymar) en el curso 2014-15. Y entre que debutó tarde porque arrastraba una sanción por morder a Chiellini y que en los primeros partidos no vio puerta, se dudó de la compatibilidad para jugar los tres juntos.

El tiempo borró las dudas. El triunvirato se rompió al terminar la temporada 2016-17 con la marcha de Neymar al PSG. Jugaron juntos 181 encuentros y ganaron 138, un 76 por ciento. De los 519 goles de su equipo en esos tres cursos, Messi marcó 153 (58, 41 y 54), Luis Suárez 121 (25, 59, 37) y Neymar, 90 (39, 31 y 20).

Desde el punto de vista táctico, Luis Enrique tuvo que darle varias vueltas a la pizarra. Comenzó colocando a Luis Suárez a la derecha porque Messi prefería jugar en el centro y Neymar por la izquierda. Como el uruguayo no veía puerta, el técnico pidió al argentino que volviera a su posición primaria, arrancando desde la derecha para acercar al uruguayo al punto de penalti. La maquinaria del gol comenzó a funcionar y, con Leo siempre como referencia, compartieron ataque durante tres temporadas en las que la eficacia y la estética iban de la mano. Se complementaron perfectamente. Cada uno en su estilo y en su rol. Ganaron 10 títulos.