El Castilla resiste en Riazor
El Deportivo fue mejor y tuvo más ocasiones de gol, pero le faltó pegada. Los de Raúl fueron de menos a más en un partido serio, pero con poco brillo.
Deportivo y Castilla se vieron las caras en Riazor en el quinto amistoso de ambos antes del inicio de la liga dentro de dos semanas. Duelo de gallitos para el ascenso con hambre de victoria tras sus últimos resultados, aunque eso en pretemporada no es lo trascendental. Sin triunfo, ninguno de los de Rául este verano y tres sin ganar los coruñeses, quedan las sensaciones, las victorias a los puntos. En ese aspecto, los gallegos fueron mejores, tanto en dominio como en ocasiones de gol, pero sin premio y con muchos desajustes a corregir. El filial blanco, por su parte, puede sacar como lectura positiva salir indemne de un campo por Riazor, ir de más a menos, seguridad atrás, en la portería y que las piezas desequilibrantes como Arribas o Aranda comienzan a engrasar la máquina.
De inicio Raúl siguió con sus probaturas apostando por una defensa de tres centrales con Carrillo, Gila y Pablo Ramón, unida al regreso de Latasa en punta. Borja Jiménez, por su parte, optó por un 4-2-3-1 con Noel en punta y Quiles en banda ante la falta de extremos que luego varió a 4-3-3. De arranque se vio un Depor más centrado, tanto en la posesión como en la recuperación, ante un Castilla incómodo e impreciso. El primer aviso serio llegó a los 17 minutos, tras una gran jugada colectiva local que terminó con un duro remate en la frontal de Menudo bien desviada por Luis López. Y dos minutos después el mediapunta sevillano tuvo otra de cabeza, pero se marchó fuera por poco. La tercera llegó a los 22’, con un ruptura y disparo demasiado cruzado de Aguirre.
El triple susto despertó de su letargo al filial blanco en el ecuador del primer tiempo. Poco a poco, con destellos de Aranda, Latasa y una jugada espectacular de Arribas, unidos a la colaboración de una defensa blanquiazul descolocada por momentos, comenzaron a amenazar a Mackay. El equilibrio se tradujo en desajustes y continuas pérdidas de los dos equipos, en una mayor facilidad de ambos para llegar al área contraria, aunque sin rematar la faena. Mejor primer tiempo de los coruñeses, destellos individuales en los blancos y similares problemas para resolver que dejaron sin el brillo final el buen trabajo de los dos delanteros, Latasa y Noel.
Mayor equilibrio
Lo serio del test quedó claro en el segundo acto, en el que Raúl solo dio entrada a Gudjohnsen por el reaparecido Latasa y Borja Jiménez a Bergantiños por Menudo en busca de mayor fortaleza en la media. A diferencia del inicio del partido, el Castilla salió más enchufado, ocupando mejor los espacios y multiplicando la posesión ante un Depor que esperaba más atrás. Y en ese cambio de papeles aparecieron las individualidades blanquiazules, con el rápido y vertical William de Camargo amenazando. Pasado el minuto 63 la partida de póker vivió un nuevo capítulo al pasar Raúl a defensa de cuatro justo cuando los gallegos volvían a equilibrar un duelo que se iba desordenando según avanzaban los minutos y aumentaban los cambios. Y a un cuarto de hora del final Lapeña tuvo el gol con un cabezazo en el área pequeña tras un centro tocado de Villares, pero Luis López lo evitó de forma milagrosa. Con más ganas que ideas y dominio local ambos buscaron la victoria en el tramo final, pero se quedó en eso, en ganas.