Mojica acaba con la resistencia del Costa Brava

Probablemente no continuará en Girona, su ficha y sus pretendientes hacen pensar que saldrá, pero no hay ninguna duda que Mojica es un jugador diferencial en Segunda. Ayer lo fue en Palamós, donde cambió el partido y dio dos asistencias que finiquitaron el choque. Primero a Bustos y luego a Stuani, dos rematadores, que no perdonaron. El Costa Brava aguantó la primera mitad con un once ‘titular’, mientras que en la segunda con habituales suplentes y jugadores del filial, sucumbieron ante el Girona.

Pudo parecerle al espectador, al menos al más despistado, que el Costa Brava-Girona fue un partido de otra época. En primer lugar porque a primera vista difícilmente puede distinguirse que el Llagostera, el equipo milagro del fútbol catalán, es hoy el Costa Brava. Mismos colores, misma equipación, mismo himno. Cambio de campo, a Palamós, donde ya jugó las dos temporadas en Segunda. Dos años en los que se midió al Girona, que también pareció de otra época. Míchel salió con tres centrales y carrileros, un esquema que parecía que el técnico madrileño iba a enterrar en la historia del Girona, pero que utilizó por primera vez en esta pretemporada. Y hasta aquí las reminiscencias a tiempos pasados.

El Girona sufrió para salir al inicio, pues el Costa Brava le presionó muy arriba, obligando a Kebé a aparecer muy atrás para ayudar en la salida. El joven fue protagonista, como también Arnau y Terrats, que se sacudieron la presión local a los pocos minutos. Con espacios, el Girona trianguló sin problemas hasta el momento del remate, donde erró. Primero Valery, después Stuani y también Aleix García. Todos en la primera parte en tres acciones que bien podrían haber acabado en gol. También inquietó el Costa Brava, con un remate de Boris a centro del incombustible Xumetra. Arnau, al borde del descanso, obligó a Marcos a volar para evitar el gol del Girona.

Mientras que el Costa Brava cambió el once al descanso, los cambios del lado gerundense llegaron a lo largo de los minutos. Y dos de ellos, Mojica y Bustos, fueron los protagonistas del primer gol del partido. La superioridad por banda del colombiano fue enorme, y al segundo centro que puso encontró rematador. Bustos, casi de tacón, envió el balón al fondo de la red. Y a partir de ahí se acabó la resistencia. Otra vez Mojica, el mejor, puso otro balón de oro, esta vez a Stuani, que no perdonó como tantas otras noches con la camiseta del Girona. Cabezazo soberbio y partido solucionado.