Un diluvio obliga a los jugadores a dejar los carritos en el hotel
El Barcelona se tuvo que trasladar al centro de entrenamiento con dos autocares ante la intensidad de la lluvia que cayó por la tarde en la región.
No hubo competición de carritos de golf en la sesión vespertina de este viernes, ni tampoco piques para ver cuál cogía el más veloz o el que tenía más autonomía, ni persecuciones de aficionados detrás de los vehículos ni nada parecido. El motivo fue la intensa lluvia que cayó a partir de las cinco de la tarde en la localidad de Aasen, donde el FC Barcelona se ejercita diariamente, con ráfagas fuertes de viento y rayos, que obligó a los responsables del club a aparcar los carritos por un día y optar por el método tradicional de desplazamiento: el autocar.
De hecho, dos autocares llevaron a los jugadores a las instalaciones del SV Aasen para que pudieran cubrir la segunda sesión del día. Si en el entrenamiento matinal ya no fue tan intenso como el del jueves, durando media hora menos, el de la tarde se alargó poco más de 45 minutos, debido a la inclemencia del temporal.
Hay que recordar que no será el último entrenamiento del equipo antes del amistoso contra el Stuttgart, que se jugará este sábado a las 18 horas: el equipo tiene previsto realizar una suave sesión de activación a las 10 horas para desplazarse posteriormente, a las 15.30h, a Stuttgart.