Juncà: “En Girona es en el único sitio donde he sido feliz”
El lateral regresa a al club catalán tras seis temporadas en Primera y dos años parado por una serie de lesiones en el hombro
Juncà no quiere reivindicarse, ni siquiera siente que tenga que demostrar nada a nadie, simple y llanamente quiere ser feliz. Así lo expresó en su presentación como nuevo jugador del Girona, donde espera encontrar todo lo que le ha faltado estos últimos años: “Desde que rescindí con el Celta lo único que he tenido en la cabeza es que quiero ser feliz. Llevo dos años casi en blanco, sin competir por lesiones. Mi único recuerdo feliz es aquí. He pasado muchos momentos en otros clubes, en Eibar y Vigo, pero feliz he sido aquí. Es lo que necesito. Es el mejor sitio, donde me he sentido mejor”, comentó. Y es que el calvario con las lesiones que ha atravesado Juncà no ha sido ni fácil ni corto.
El periplo de lesiones comenzó hace dos veranos, en el último partido de pretemporada, cuando se luxó el hombro. Decidió no operarse y hacer trabajo en el gimnasio. Llego el confinamiento y, en un entrenamiento, volvió a sufrir la misma lesión: se le volvió a salir el hombro. Dos meses más de recuperación, una pretemporada y en noviembre del curso pasado volvió a sucederle. Y entonces pasó por quirófano: “Son casi siete meses de baja en total. Jugué hace dos años dos o tres partidos entre luxaciones, pero no he tenido continuidad”. Algo que espera encontrar ahora: “Estoy operado, sigo insistiendo en el gimnasio, pero he hecho todo lo posible para que vaya bien”, zanjó. Una experiencia que “me ha aportado mucho” tanto los buenos momentos como los malos y que le han dado unas ganas especiales para volver a competir: “Estos dos años que llevo casi sin jugar me han hecho coger muchas ganas para llegar aquí y volver a jugar y ser feliz. Quiero estar dentro del campo”.
Sobre su anterior etapa en el club comentó que “todo el mundo me dice bienvenido de nuevo a casa, pero la casa es otra”. Y es que desde que se marchó en 2015 mucho ha cambiado en Girona: “Ahora el club está muy bien. Las instalaciones, el trato, la gente que está para los jugadores... No tiene nada que envidiar a ningún club de Primera”. Y precisamente a Primera es donde quiere regresar, pero esta vez de la mano del club de su vida. Reconoció que tiene “algo dentro”, pues Juncà formó parte de la plantilla que se quedó a un solo tanto de ascender a Primera en el fatídico, y lejano ya, partido con el Lugo: “En todos estos años fuera me he dado cuenta que tengo algo aquí dentro. Tuve envidia sana de mis ex-compañeros cuando consiguieron ascender. Haberlo conseguido con el Girona hubiese sido muy bonito. Me quiero quitar esa espina”.