Los autos locos del Barça
Los jugadores llegaron al entrenamiento montados en carritos de golf y picándose entre ellos para ver quién llegaba el primero.
El primer entrenamiento del FC Barcelona en tierras alemanas empezó de la forma más inusitada posible: con una carrera desbocada entre los jugadores para ver quién llegaba antes al campo. El equipo se repartió entre varios carritos de gol para recorrer los casi 900 metros de distancia entre el hotel y los terrenos de juego. Pero no fue una salida ordenada sino que se improvisó una auténtica carrera con Piqué como gran amenizador.
El central catalán conducía un carrito con Alba y Riqui Puig como acompañantes. Piqué tenía ganas de ponerle un poco de sal y pimienta al tema y empezó a hacer adelantamientos y cambios bruscos de dirección ante la mirada atónita de sus compañeros. Solo Sergiño Dest, que iba con Braithwaite de copiloto, se atrevía a hacerle sombra.
Otros como De Jong, que iba con Depay, o Sergio Busquets, con Sergi Roberto, prefirieron tomárselo con más tranquilidad. La lista de parejas de carritos de golf la completaron: Umtiti con Griezmann, Lenglet y Araujo, Neto y Pjanic, Collado y Rey Manaj, entre otros.
Encabezando la expedición estaba el carrito donde iba Koeman, que hacía como vehículo de control, conducido por el jefe de seguridad, Rafa Soldado, y con Carles Naval como acompañante.
Otros miembros del staff prefirieron las bicicletas para llegar al campo de entrenamiento, mientras que Barça TV optó por la furgoneta como medio de locomoción.
Mientras que Rafael Yuste, acompañado de Mateu Alemany, llegaron con el entrenamiento ya empezado y sin saber cómo acceder al recinto, necesitando la ayuda de los aficionados para encontrar la puerta.
Al final, la carrera acabó con el carrito de Piqué en primera posición, chocando de manera premeditada con el carrito de Koeman, que contemplaba toda la escena entre sorprendido y resignado. Dest se tuvo que conformar con la segunda posición.