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BARCELONA

La llegada más desangelada del Barça

Koeman buscaba tranquilidad y parece que la encontrará: poco más de veinte aficionados recibieron a la expedición blaugrana a su llegada al hotel.

Actualizado a
La llegada más desangelada del Barça
GORKA LEIZADIARIO AS

El Barcelona, que se ha pasado muchos años sorteando multitudes en sus giras y regateando aficionados durante la pretemporada, parece que va a vivir uno de los stages más tranquilos de los últimos años. Poco más de veinte aficionados recibieron a la expedición blaugrana a su llegada al hotel de Alemania: un resort de lujo enmarcado en plena Selva Negra y alejado del mundanal ruido. Sin apenas aficionados, y con sólo unos pocos medios de comunicación, los blaugrana tuvieron una de las llegadas más tranquilas que se recuerdan. Y eso que el club se quiso cubrir las espaldas con la presencia de cinco miembros de seguridad del hotel que se unieron a los que acompañan habitualmente al equipo, casi tocando a miembro de seguridad por aficionado.

El equipo, que aterrizó a las cuatro de la tarde en Stuttgart, tardó casi dos horas y media en recorrer los casi cien kilómetros de distancia al hotel por culpa del tráfico. La flota de vehículos de la delegación blaugrana la componían cuatro furgonetas y dos autocares. Los primeros en llegar fueron el vicepresidente deportivo, Rafa Yuste, acompañado de Mateu Alemany, director de fútbol, y del secretario técnico, Ramón Planes. Otro miembro de seguridad, Ferran López, les acompañaba, junto al flamante dircom, Alex Santos. Posteriormente ya llegaron los dos autocares oficiales del FC Barcelona. El primero en salir fue Sergio Busquets, tal vez recordando que es el capitán, seguido de Sergi Roberto, mientras que el último en abandonar el autobús fue Gerard Piqué, que hizo esperar a Rafa Soldado, jefe de seguridad, en la puerta del hotel.

Lástima que los pocos aficionados que acudieron no pudieran llevarse ni un 'triste' recuerdo de los jugadores. Algunos venían con camisetas y pósters para que los firmaran, pero las vallas de separación impidieron cualquier tipo de acceso a los seguidores, que además tampoco pudieron ni fotografiar a sus ídolos porque la formación en tijera que se colocaron los dos autocares lo impedían.

Los jugadores recibieron del propio delegado Carles Naval la tarjeta de acceso a sus habitaciones sin necesidad de pasar por la recepción. El equipo tiene previsto cenar a las ocho de la tarde y posteriormente ya dirigirse a sus respectivas habitaciones a descansar, ya que el jueves les espera una doble sesión de trabajo en las instalaciones del SV Aasen.