La plantilla no acaba de aligerarse, no llegaron Moncayola ni Javi Martínez, se ha traído a uno que no conoce (Petxarroman) y se disgustó con el 'caso Yuri'.
Marcelino emplea el término "ilusión" en todas sus comparecencias. Así arrancó la etapa en el Athletic en enero, en días en lo que todo salía bien. La inercia positiva que se trajo posibilitó un título en tiempo récord. La Supercopa 2021 entró en las vitrinas del museo de San Mamés. Los siguientes objetivos eran las finales de Copa, la que heredó de Garitano de 2020 y la que se labró con mucho tino en el actual ejercicio. Pero a partir de ahí, las cosas se fueron torciendo. Una vez más el exceso de responsabilidad agarrotó a los rojiblancos en las citas por un título grande. Esa vía de agua la han tratado de cerrar ahora con la llegada de un nuevo psicólogo, Carrascosa.
Con el final de la temporada marcó bien claras sus ideas: quería reforzar la parcela ancha y en ese perfil puso en su libreta a Moncayola y Javi Martínez. Pero no hay dinero en caja y las ofertas que se podían pasar eran a la baja. El primero ni llegó a recibirla. Renovó con Osasuna casi de por vida soñando con ser el Patxi Puñal de esta década. El segundo, con un tercer intento por parte de Ibaigane para reclutarlo, prefirió escuchar el sonido de las monedas de Catar. En su lugar, desde el Sanse, llegó Petxarroman, del que el técnico asturiano confesó que no conocía nada e iría analizando en pretemporada.