Los últimos "abrazos virtuales" para el Profesor Gay de Liébana
De Marañón a Cardoner, el mundo de las finanzas y el fútbol asistieron al funeral del carismático economista y apasionado seguidor del Espanyol, fallecido el viernes.
“Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar”, escribió Jorge Manrique sobre la muerte, una frase que abraza a modo de bienvenida a quienes acceden al Tanatorio de Sant Gervasi, en la zona alta de Barcelona. Como el incontable goteo de personas que acudieron este lunes al mediodía para rendir su última despedida a José María Gay de Liébana. Para tributarle el último de los “abrazos virtuales” que tanto gustaban dar al Profesor.
Fallecido el pasado viernes a los 68 años de edad, no dejaron sus familiares, encabezados por su viuda, de recibir numerosas condolencias –así venía siendo desde el domingo por la tarde– en una capilla ardiente que se quedó pequeña, hasta el punto de que se produjeron colas para acceder al oratorio donde se ofició el funeral en la más estricta intimidad. El ‘skyline’ de Barcelona despidió a una personalidad que trascendió la economía, de la que era un eminencia, el fútbol, del que era un apasionado hincha del Espanyol, y los medios de comunicación, que por su carismática forma de ser le adoraban.
El máximo goleador en la historia del Espanyol, Rafa Marañón, fue uno de los representantes con acento blanquiazul en la última hora del Profesor, que fue consejero entre 2004 y 2006. Y que también era patrono de la Fundació, igual que Emilio Álvarez, Víctor Malet, Esteban Oromí, quienes acudieron, del mismo modo que su presidente, Antoni Fernández Teixidó.
Otros reconocidos pericos, como el abogado José María Fuster-Fabra o el exvicepresidente del Espanyol Carlos García Pont tampoco se perdieron un funeral al que también asistió el exvicepresidente del Barcelona Jordi Cardoner. Y todo en lunes, como dejó dicho a su familia para no molestar a nadie en fin de semana. Grande.