El Athletic arranca con derrota
El equipo de Marcelino sigue teniendo muchas lagunas en las áreas. Consintió las diabluras de Youan y sólo pudo marcar con un tanto en propia puerta del St Gallen. Vuelta de Muniain.
Como suele pasar en este tipo de bautismos estivales, Marcelino marcó pautas claras ante el St Gallen, con el que abrió el melón de la pretemporada y la estadía suiza de nueve días. Dos equipos diferentes para cada parte, a excepción de Serrano, que actuó una hora, ya que su relevo, Muniain, ha estado estos días trabajando con precaución y estaba programado que sólo actuara 30 minutos. Lo más positivo del día ha sido ver a Iker de nuevo en un terreno de juego tras caer en la batalla de la última final de Copa. Yeray e Iñigo Martínez (felizmente recuperado tras renunciar a la Eurocopa por motivos personales) se repartieron la segunda mitad a partes iguales. Jugaron todos, incluyendo el descartado Unai López, que además lo hizo de inicio en un equipo con muchos titularísimos. Y se estrenaron con la camiseta del primer equipo el meta Agirrezabala y el único fichaje de este año, Petxarroman. El primer día en la oficina se saldó con una derrota por la mínima, por una blandura alarmante en la estrategia defensiva y en muchos duelos individuales. No jugaron Zarraga, que sale de una larga lesión, ni De Marcos, que arrastra molestias.
Los goles se concentraron en la primera parte, en 19 minutos. Tampoco es que hubiera muchas ocasiones claras, pero sí un montón de llegadas al área, síntoma del descontrol general. El partido estuvo condicionado por el desigual ritmo que tienen ahora unos y otros. El St Gallen, ya muy rodado, arranca la temporada en Suiza la semana próxima ante el Lausanne y se tomó el bolo como un ensayo general, como una prueba ya definitiva mientras olfatea el inicio de curso. De hecho, hubo presentación inicial a bombo y plantillo de los jugadores. Fue el séptimo entre los diez equipos de su país en la liga de un curso anterior en el que también acabó subcampeón de Copa. Y en el caso del Athletic, le queda un mes para eso y ha prodigado esta semana triples sesiones, más un viaje al país helvético, así que no estaba para alardes. Falta mucha frescura, ese arma básica para García Toral. Tuvo que reconfortarle, eso sí, volver a ver gente en la grada después de tanto tiempo, aunque sea a mucha distancia, en el centro de Europa.
La segunda parte fue más espesa, no cogió vuelo porque hubo muchos cambios en los locales (salieron 5 en el minuto 71 con homenaje de la platea incluido a los que desfilaban), aunque no descendió la efectividad en la presión, y Marcelino también movió piezas. El elemento diferencial es Sancet, que tocó pocos balones pero sacó la chistera, como en el minuto 68 tras un control y escapada, aunque le adivinó las intenciones Zigi. Diez minutos más tarde retuvo más de la cuenta la bola Muniain y le dio el pase un segundo tarde, así es que con otro control y fuga espectaculares marcó de vaselina pero el tanto fue anulado por fuera de juego .Villalibre apenas entró en juego, pero siempre tiene una y esta vez no fue diferente. Poco se pudo ver a Petxarroman, aún muy agarrotado y poco dado a la aventura ofensiva, y menos a Agirrezabala nada exigido en sus 45 minutos de juego. El martes, siguiente prueba, ya más seria, ante el Dínamo Kiev, en Winterthur.