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EUROCOPA | ITALIA-INGLATERRA

Chingford, un barrio rendido a Harry Kane

El suburbio londinense que vio crecer al delantero de Inglaterra y su primer club, el Ridgeway Rovers, confían en su ídolo para la gran final de Wembley.

Chingford, un barrio rendido a Harry Kane

En el noreste de Londres está Chingford, el barrio donde nació y creció Harry Kane. Es una zona de los suburbios de la ciudad, alejado en casi 20 millas del centro. Estos días de Eurocopa no se habla de otra cosa que de la selección inglesa y de su delantero centro, el más ilustre vecino que hayan tenido.

Hasta esta barriada llegaron sus padres, Patrick y Kim, procedentes de Galway, Irlanda. Como tantos otros irlandeses de los 80 y 90, se instalaron en la ciudad en busca de oportunidades y acabaron teniendo familia. De aquel vínculo nació Harry y también su hermano Charlie. Ambos fueron al Chingford Foundation School.

En las paredes de esta escuela se puede ver una camiseta de Inglaterra con el número 10 y el nombre de Kane. Está firmada, por supuesto, por el alumno más destacado del centro, el que más recuerdan profesores y excompañeros. Entre las fotos antiguas se puede ver una del joven Harry junto a los miembros de su clase, todos uniformados y perfectamente presentados.

Cerca de allí, a unos 10 minutos, está el Peter May Sports Complex. Es un complejo de Walthamstow con dos campos de césped sintético y una gran pradera de hierba natural. Fue allí donde Kane se calzó por primera vez unas botas de fútbol. Lo hizo en el Ridgeway Rovers, un club en el que también se inició David Beckham y otros nombres no tan relevantes pero igualmente de la élite como Andros Townsend, Dwigth Gayle o Charlie Daniels.

Ilustres exjugadores

Unos 150 jóvenes integran su academia, aunque estos días hay pruebas y se puede ver a alrededor de 300 a lo largo de la mañana divididos según categorías. “De vez en cuando Kane viene a visitarnos y esa es una gran inspiración para los niños”, dice Ian Marshall, el presidente del club. El gran torneo de Kane le ha hecho ser entrevistado por varios medios estos días, todo un honor para un club como el Ridgeway Rovers.

Aunque Kane es la gran estrella del Tottenham y es considerada incluso una de sus leyendas, muchos en el norte de Londres le recuerdan que en su día pasó por el Arsenal, el rival acérrimo de los Spurs. Tenía sólo 8 años. Llevaba tres jugando en el Ridgeway, pero dio el salto a la academia del conjunto gunner y jugó un año allí. La experiencia no fue nada buena. “Decían que no tenía una complexión demasiado atlética”, recuerda Marshall.

Volvió al Ridgeway Rovers y estuvo otros dos años jugando en el club del barrio. Pero era tal su capacidad goleadora que pronto los equipos importantes de la ciudad fueron a por él. Primero fue el Watford, por una temporada; luego, y ya para siempre, el Tottenham, en el que escaló categorías hasta llegar a la Premier y a la selección.

“Come on, England!”, gritan los niños de su primer club posando para una foto y un vídeo que el director de la escuela, Lee Miller, pretende mandar a la FA. Los de 5 y 6 años, los mismos que tenía Kane en su primera etapa allí, recitan el nombre de sus ídolos y no se olvidan del que marcará el gol del título para Inglaterra: “¡Kane! ¡Kane! ¡Harry Kane!...”.