Koke, orgullo atlético
El capitán colchonero inició sus vacaciones tras brillar en la Eurocopa. Encargado de levantar LaLiga, ha vivido su año de mayor liderazgo y madurez.
Poco honor mayor puede haber para un canterano que conseguir representar a toda la afición y el escudo que viste como un hincha sobre el campo. Algo de lo que sólo pueden presumir unos pocos elegidos y entre los que, con esfuerzo, sudor y lágrimas, ha conseguido instaurarse Koke, el emblema atlético en la Eurocopa.
Si hace unos pocos años llegaron a escucharse silbidos de una parte ínfima del público del Wanda Metropolitano, una de esas incongruencias del fútbol donde en ocasiones parece que alguien de la casa tiene que demostrar más que cualquier recién llegado para ganarse los aplausos, el capitán del Atlético ha sumado a su irrefutable compromiso un liderazgo encomiable. El capitán encargado de levantar la undécima Liga rojiblanca ha trasladado el brazalete, sin necesidad de portarlo, a la Selección.
La derrota de España en los penaltis en las semifinales de la competición contra Italia dejó a Koke y Llorente sin la opción de completar un doblete que sí tiene Trippier a su alcance (Correa y Lodi pueden hacerlo con la Copa América). Pero, también en las malas, el equipo de Luis Enrique y la figura de Koke emergieron con la sensación de orgullo. Por dejarse la piel en el campo, llevar hasta la extenuación a un equipo a priori superior y poner el corazón en busca de la victoria.
Koke inicia sus vacaciones, mientras que la plantilla del Atlético sin torneo internacional ya ha comenzado la pretemporada, y gozará de unas semanas de descanso tras añadir a sus 3.688 minutos con el equipo rojiblanco otros 858 minutos con la Selección, 483 en la Eurocopa. Una temporada 2020-21 de ensueño, con 4.546 minutos en sus piernas en las que ha madurado y se ha consolidado en el centro del campo del Atlético. Simeone fue macerado su presencia entre la banda y el medio hasta darle este curso las llaves de la sala de máquinas desde el pivote. Koke ha tenido que adaptarse a un trabajo más oscuro, pisando menos veces el área rival, pero con una relevancia máxima en el equipo, evitando que se partiese y permitiendo a Simeone alinear un esquema muy ofensivo y con mayor gusto por la posesión y la salida de balón controlada desde atrás.
Y con la Selección le había costado ganarse a Luis Enrique en las primeras listas, pero ha acabado convirtiéndose en un indiscutible para el asturiano. Titular en todos los partidos de España en la Eurocopa, el centro del campo formado junto a Busquets y Pedri ha sido de los mejores del torneo, superando en todos los encuentros a la media rival. Tácticamente sobresaliente, Koke volvió a una posición unos metros más adelantada, intentando explotar su último pase y llegada desde segunda línea. Si con el Atlético ha demostrado lo que debe ser un capitán en la victoria, con la Selección lo ha hecho en la derrota, siendo el primero en consolar a sus compañeros tras la tanda de penaltis y dar ánimos pensando ya en el futuro.
A sus 29 años, Koke será uno de los últimos futbolistas en incorporarse al trabajo, pero con la idea de llegar en plenas condiciones al inicio de Liga en Balaídos (15 de agosto). Con 502 partidos oficiales disputados con la camiseta del Atlético, Koke ya es el segundo futbolista con más encuentros disputados de la historia del club y se encuentra a 48 de igualar a Adelardo, cifra que podría alcanzar la próxima temporada o más probablemente la siguiente. El vallecano se ha ganado un respiro, cargar las pilas antes de una nueva temporada exigente donde el gran sueño es repetir el éxito logrado con el título liguero. Koke fue el encargado de dar fuerzas a la plantilla cuando el campeonato se complicaba y si en ocasiones se había dudado de su carácter para liderar al equipo, esta temporada ha dado todo un salto en ese sentido. El capitán y el Atlético van de la mano.