El incierto futuro de Adri Herrera

Adrián Herrera González (Coria, 1999) fichó por el Tenerife el verano pasado procedente del Numancia. Se comprometió hasta junio de 2022, pero todavía no se estrenó como blanquiazul. El delantero nada más firmar como blanquiazul salió cedido al Zamora, en Segunda B, pero una lesión le impidió participar en gran parte de la temporada con su equipo, que luchó por el ascenso de categoría.

Al extremeño le quedan dos temporadas más en la Isla, pero su futuro es más que incierto, aunque debería estar presente esta semana para comenzar la pretemporada. Lo más probable es que el chico, una apuesta personal de Juan Carlos Cordero, vuelva a tener minutos en otro sitio.

Según informó la Cadena SER, otra alternativa podría ser que se le haga ficha del filial o que se rescinda su contrato. Desde la dirección deportiva de la entidad no se tiene muy claro lo que pasará, pero ante la escasez de delanteros en el equipo, el jugador tendrá tiempo para convencer a Ramis y esperar una oportunidad.

En el Zamora, Adri sumó 12 partidos y dos goles. Había empezado jugando mucho y contando con la confianza del entrenador zamorano -Luis David Movilla-, pero cuando mejor estaba (le había marcado al Racing de Ferrol) llegó la lesión a finales de enero que le obligó a parar.

Herrera atrajo la atención de Cordero debido a su capacidad goleadora en Tercera División, anotando 13 tantos con el Numancia B, en la campaña 19/20. Antes había destacado en el juvenil del Real Valladolid en División de Honor, donde logró 22 goles que le sirvieron para convertirse en el máximo realizador de su grupo. Un año más tarde sumaría 14 aciertos en las filas del Cristo Atlético de Palencia de Tercera División.