Suiza tumbó a Piqué y Casillas: el espíritu de Durban

La victoria de Suiza ante Francia en octavos ha disparado el optimismo entre los aficionados y jugadores helvéticos. "Si hemos ganado a la campeona del mundo, podemos ganar a cualquiera", dijo Granit Xhaka después del encuentro que supuso una revolución en la Eurocopa pues cayó el gran favorito. España es el siguiente rival. Un rival que impone respeto, pero al que consideran que pueden eliminar.

Para ello, en Suiza han apelado al carácter que demostró su selección hace ahora once años cuando ganaron a La Roja en el primer encuentro del Mundial de Sudáfrica. Aquel fue el único partido que perdió la Selección, pues luego ganó todos los demás hasta coronarse campeona del mundo por primera vez en su historia. Ese partido inaugural entre españoles y suizos ha adquirido ahora una nueva dimensión ante el duelo que viviran en cuartos de final de la Euro.

Más de una década después, sólo dos futbolistas se mantienen respecto a aquel Mundial: Busquets por España y Shaqiri por Suiza. El culé fue titular aunque acabó siendo sustituido y muy criticado; el entonces jugador del Basilea, hoy en el Liverpool, ni siquiera saltó al campo como suplente. El encuentro se disputó en Durban ante 62.453 espectadores.

"Teníamos a Shaqiri, también contamos con Xhaka y Ricardo Rodríguez aunque no fueron al Mundial. Es muy satisfactorio comprobar cómo han evolucionado como futbolistas. Hoy son mucho más completos", dice el que fuera seleccionador suizo aquel día, Ottmar Hitzfeld. "Suiza dio un gran paso ante Francia, fue una selección magistralmente dirigida por Petkovic", analiza también. Lo dice alguien que ya sabe cómo ganar a España.