La Liga profesional femenina no será efectiva hasta la 2022-23
Durante esta temporada habrá un periodo de transición, en el que la RFEF seguirá gestionando la Primera femenina mientras se contruye la nueva Liga.
El fútbol femenino español se prepara para su desembarco profesional. Y lo quiere hacer de manera pausada y sin errores. Es por ello que la nueva Liga profesional no se lanzará hasta la próxima temporada, después de constituir una nueva entidad que la riga mediante una estructura independiente, al igual que ocurre con el fútbol masculino.
De este modo, la próxima campaña no presentará cambios en su competición con respecto a la anterior. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) seguirá gestionando la Primera femenina durante la 2021-22 mientras se construye la nueva Liga profesional y se negocia el convenio de coordinación que, por ley, deberá de haber entre la RFEF y dicha Liga.
De este nueva entidad, AS ha podido saber que estará presidida por una mujer. O, al menos, esa es la gran idea inicial. Esta presidenta será elegida por los clubes, al igual que los estatutos y aspectos como los derechos televisivos, patrocinios, etc.
Por lo pronto, se espera que los estatutos de la Liga profesional queden aprobados a principios de agosto para poder empezar a trabajar sobre una estructura. Una vez reciban la luz verde del Consejo Superior de Deportes, los clubes podrá elegir a su presidenta y podrán empezar a trabajar en ámbitos como el convenio de coordinación con la RFEF.
En principio, todo lo harán de manera independiente, con decisiones tomadas de manera interna. Sin embargo, el CSD supervisará todas sus decisiones y aportará su ayuda, sin fuera necesario, sobre todo en temas de mediación. Desde el Gobierno tienen un gran compromiso con este salto profesional del fútbol femenino. Una postura mediante la que se aportará ayuda económica a los clubes y la nueva Liga durante los dos primeros años.
El Gobierno financiará la nueva Liga profesional durante 2 años
Por un lado, el Gobierno dará una ayuda económica inmediata para crear y lanzar la estructura de la nueva Liga. Y, por otro, aportará ingresos a los clubes en temas de inversión de cara a mejorar la calidad de la competición con un presupuesto de 16 millones de euros durante los próximos 3 años.
Así, queda un año de duro trabajo por delante para el fútbol femenino español. En el horizonte queda el reto de dar forma a una nueva Liga profesional independiente, que sería la tercera en España tras LaLiga y la ACB, con un convenio de coordinación con la RFEF. Además, también habrá que gestionar y renegociar todos los acuerdos actuales (patrocinio de Iberdrola, Mediapro...), incluido el convenio colectivo de las jugadoras.
Este último fue denunciado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) a finales de enero. Una medida que se llevó a cabo para evitar la renovación automática del convenio y retomar las conversaciones de la mesa negociadora. El sindicato quiere luchar por cambiar y mejorar algunos puntos como el salario mínimo (16.000 euros brutos anuales al 75% de parcialidad), el plus por antigüedad, la conciliación familiar y maternidad, los derechos de imagen o los riesgos laborales, entre otros.