Juan Carlos y Aday, las carpetas más urgentes del Girona
Ambos acaban contrato el 30 de junio, así como Cristóforo y Luna, que no seguirán
Tras el varapalo recibido el domingo en Girona se han dado unos días de reflexión. Un período de tiempo que no puede alargarse mucho, pues el trabajo de la dirección deportiva este verano será titánico: prácticamente deberán rehacer el equipo entero. Y además tienen ya una primera fecha límite, el 30 de junio. Ese día finalizan los contratos de Juan Carlos, Aday, Cristóforo y Luna. Resolver su situación es, junto a la continuidad de Francisco, los primeros deberes de la dirección deportiva.
El caso de los cuatro futbolistas es bastante distinto, si bien tan solo Juan Carlos y Aday tienen opciones de continuar en el club. Se da por hecho que tanto Cristóforo como Luna abandonarán la entidad, algo que no hubiese sucedido de haber logrado el ascenso. Ambos tenían en sus contratos una cláusula de ampliación automática en caso de ascenso que, evidentemente, no se activará. Mientras que Luna ha quedado eclipsado por el buen papel de Franquesa, Cristóforo sí ha sido un hombre importante para Francisco en el centro del campo.
Quien en cambio podría seguir en Girona, aunque parece complicado, es Juan Carlos. El portero es el único de los cuatro que tiene una oferta del club para renovar, pero de momento no ha comunicado su decisión. Su continuidad en Primera se daba por hecha, pero en Segunda es otra historia. El meta ha sido sin duda uno de los mejores jugadores del equipo, ofreciendo siempre un rendimiento por encima de la media. El Girona firmó en enero a Ortolá, con un contrato largo, con la idea de ser el sustituto de Juan Carlos en el futuro. Si no sigue, la portería está cubierta.
En el caso de Aday las cosas no están tan claras. Es un mito en Girona, uno de los capitanes y uno de los jugadores que más años lleva en el club. Ha ido de más a menos, esta temporada ha participado poco, pero a su favor juega su polivalencia: puede desenvolverse prácticamente en cualquier posición de las dos bandas. Su contrato, además, no es de los más elevados de la plantilla, algo que también pesa. En siete días, sin embargo, ya no será jugador del Girona.