La Cenicienta más temida

Finlandia abre la segunda jornada de la Eurocopa tras haber sido la sorpresa de la primera. La selección nórdica fue radical en su idea defensiva (primera vez en la historia del torneo que un equipo gana con un sólo tiro a puerta) y ganó un encuentro raro, marcado por el desagradable suceso de Eriksen. "No hemos podido dejar atrás del todo lo sucedido el sábado", comenta Schüller, mediocentro finlandés. Hasta hoy han tenido cuatro días para volver a activarse y el premio bien lo vale (sigue el partido en directo en AS.com). De debutar en una fase final con un grupo complicado a verse a un partido de estar en octavos de final. Por ello bien vale sacrificarse al máximo para defender tu propia área y soñar con que Pohjanpalo o Pukki sumen el uno en el marcador.

"Finlandia tiende a defender la mayor parte del tiempo, se sienten cómodos haciéndolo y lanzando contragolpes. Debemos presionarlos para que no salgan rápido y, en ataque, ser pacientes", dijo Miranchuk en la previa. Rusia parece que sabe lo que le espera, noventa minutos picando piedra para lograr al menos un gol. Este será uno de los mayores problemas que encontrará el conjunto de Cherchésov. Ante Bélgica mostró una cara muy decepcionante, alejada de la Rusia hipercompetitiva del Mundial, que fue arrollada por parte de Lukaku y compañía.

Hoy será diferente por dos motivos. El primero, porque los que necesitan ganar como sea son ellos. Raro será el que pase como mejor tercero con tres puntos en su casillero. Y el segundo, porque Finlandia cree en su idea. A los rusos tenemos que verles siendo el equipo que proponga juego y para ello no se espera que Cherchesov vuelva a la defensa de tres centrales que todos esperaban en su debut. Con un once similar al del sábado, tendrán el reto de encontrar una forma de atacar más allá del tan atractivo balón largo a Dzyuba. El delantero del Zenit no marca la diferencia de altura ante tres centrales que rondan el 1,90m y suerte si se atreve a encontrar un hueco en ese área. Un reto mayúsculo para una selección con no tantos recursos ofensivos.