Italia es una apisonadora

Italia llega a la Eurocopa coherente con todo lo que se ha vivido durante la era Mancini: más ilusionada que nunca. Con el 4-0 ante la República Checa, los italianos añadieron otro récord a los de estos meses, encadenando ocho partidos seguidos sin encajar goles. Algo nunca visto.

El seleccionador optó por su once de gala, el que salvo sorpresas veremos ante Turquía en el partido inaugural de la Euro. Una vez más, la Azzurra mostró sus virtudes, controlando con calidad el ritmo del juego ante la intensidad de los checos, de los que se esperaba mucho más. Immobile, en el 23', abrió la lata aprovechando un desafortunado rechace de Brabec, y antes del descanso Barella aumentó la ventaja con un remate desviado desde fuera del área.

El único susto de los primeros 45 minutos fue un choque en la rodilla para Bonucci, que estuvo a punto de abandonar el verde, pero quiso continuar el partido y lo hizo sin problemas. En la segunda mitad los italianos siguieron con el mismo guion y brilló sobre todo Insigne, que hoy celebraba su 30 cumpleaños y se confirmó el líder técnico del equipo. En el 66', a pase de Immobile, firmó el 3-0 con un bonito disparo, y poco después realizó una gran asistencia para Berardi, que sumó así su quinto tanto en las últimas seis presencias de azzurro. Hubo tiempo también para el estreno de Raspadori, que entró en la lista de la Euro sin haber jugado nunca con la Absoluta y saltó al campo confirmando las buenas sensaciones que dejó en estos meses. Las mismas que da esta Nazionale, que desde la llegada de Mancini ha sumado 23 victorias, siete empates y dos derrotas en 32 partidos. Habrá que confirmar su gran nivel cuando el nivel suba, a partir de la semana que viene. Con estos números, no obstante, la ilusión es inevitable.