Un Pucela sin vallisoletanos
El último jugador nacido en la provincia fue Miguel de La Fuente y antes de él, Calero. En la pasada campaña, seis jugadores nacidos en Valladolid jugaron en Primera o Segunda
El Real Valladolid deja atrás una temporada en la que el descenso proporciona un amargo poso de cara a la temporada que tendrá que afrontar en la 2021-22. Una de las claves será buscar una identificación con los aficionados que han quedado desencantados por los resultados y el juego del equipo a las órdenes de Sergio González.
En esta temporada no ha militado en el primer equipo ningún jugador nacido en la provincia de Valladolid, siendo Miguel de La Fuente el último vallisoletano en disputar minutos con la primera plantilla y ya fue la pasada campaña, ya que al comienzo de la 2020-21 marchó por la puerta de atrás a un conjunto de Segunda, el Leganés.
Muchos nombres a lo largo de la historia jalonan la lista de jugadores nacidos en Valladolid que han disputado minutos en Primera y con el Real Valladolid, aunque en los últimos tiempos ese número ha caído en picado. Jugadores importantes como Eusebio, Benjamín, los hermanos Baraja, Coque, Gail, Onésimo por citar algunos de los más conocidos y reconocidos.
Actualmente en Primera y Segunda hay seis jugadores que han nacido en la capital o la provincia regada por el Pisuerga, alguno de ello incluso lo hizo en el propio Pucela. Miguel en el Leganés, Juan Iglesias en el Getafe, Quique González (Eibar), Iván Alejo (Cádiz) y Sergio Escudero en el Sevilla y Calero en el Espanyol.
Miguel, Quique y Calero llegaron a debutar en el primer equipo, mientras que Escudero, Alejo y Juan Iglesias tuvieron que buscarse las habichuelas lejos de casa, aunque el caso de Ivi es especial, ya que se crio en la cantera blanquivioleta.
Rebuscando en la actual plantilla del Promesas que tan buen papel ha hecho con la clasificación para la Primera RFEF, sólo encontramos un jugador nacido en Valladolid, se trata del lateral Sergio Nieto de 22 años.
El fútbol cada día se convierte más en universal y la aldea global lleva a que los equipos tengan jugadores de cualquier parte del mundo, pero los aficionados siguen identificando como suyos a los que han nacido en la ciudad que da nombre al equipo.