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Alcorcón ALC
1
Hugo Fraile 32'
Finalizado

ALCORCÓN 1 - ESPANYOL 0

De locos: el Alcorcón se salva y el Espanyol es campeón

Hugo Fraile ató pronto la permanencia para los alfareros, ante un conjunto perico que se hace con el título de LaLiga Smartbank gracias al empate del Mallorca.

Buscaba el Espanyol, ascendido con brillantez tres semanas atrás, la plata de ley del campeonato de Segunda que le habían negado sus propios resultados, y que solo el empate pírrico del Mallorca en Ponferrada le brindó. Al final, la épica del título ha sido mayor que la de la permanencia alfarera. Pero el mérito en Santo Domingo fue del Alcorcón, que convirtió en oro puro, como el color de su camiseta e igual que el rey Midas, una final con aroma a drama, para encadenar su decimosegunda temporada en LaLiga Smartbank. Hugo Fraile es el nombre del artífice, del héroe si usted es alfarero, que recordará la historia por esta salvación.

Sin embargo, el protagonista del encuentro fue otro. Y ni siquiera jugaba. A los cinco minutos ya se echaba las manos a la cara. Al cuarto de hora, la mascarilla le sobraba ante tal sofoco. Con la excusa de la pausa para la hidratación, ya no sabía a quién abroncar. Y en el 35’, justo después del 1-0, seguía gritando, aún más desesperado pese al marcador favorable. Juan Antonio Anquela fue la viva imagen del fútbol, como las más importante de las cosas menos importantes, y también la diferencia entre la tensión del que se juega la vida y la parsimonia del que, sin querer perderle la cara a la competición, ya anteriormente había obtenido la recompensa que en realidad buscaba.

Porque pagó de entrada el Alcorcón la magnitud de la tragedia que podía sobrevenirle, ante un Espanyol diezmado –con Omar, de 17 años, y Pol Lozano debutando como titulares–, pero que falló lo que acostumbra a convertir. Como la clarísima ocasión de Raúl de Tomás a los diez minutos, a pase de Dídac, o el disparo fuera de Dimata en un contragolpe lanzado por Embarba. Y lo contrario les sucedió a los alfareros, letales como nunca al materializar el 1-0 en su primer tiro del partido, una jugada que Hugo Fraile inició y culminó, y que fue cocinando Ojeda. Gloria bendita para Santo Domingo, que lo gritó como si hubiera público.

El gol que salvaba al Alcorcón casi llegó acompasado por otro que provisionalmente daba el campeonato al Espanyol en otro de los campos donde estaban jugando ambos equipos, el del experico Sielva para la Ponferradina ante un Mallorca que, no obstante, enseguida empató. Y, aun así, al descanso, los resultados valían a los blanquiazules para obtener el título de Segunda. Y para estar todos satisfechos.

Lo que transcurrió en la segunda mitad de Santo Domingo podría resumirse como la nada hasta el minuto 73, cuando Dani Jiménez desbarató el chut de Dimata, quien se había quedado solo ante el meta local tras un estupendo pase de Melamed. Lo positivo para el Espanyol seguía sucediendo en el resto de estadios, como los goles del Almería a Diego Mariño, que devolvían el Zamora a Diego López, y la sequía en ese mismo encuentro de Djurdjevic, providencial para que Raúl de Tomás retuviera el Pichichi.

Y aunque confiar en terceros nunca es la mejor táctica –lo sabía el Alcorcón y por momentos lo pagó el Espanyol con el 1-2 de Abdón Prats para el Mallorca en El Toralín–, la carambola esta vez le salió a un Espanyol imparable hasta su ascenso e inoperante –cuatro puntos sobre 12– desde entonces. Curro Sánchez obró el empate para la Ponferradina que le daba el título ‘in extremis’ a los pericos. Ser campeón con una derrota es algo que solo puede lograr el Espanyol. Le dio para unirse a la fiesta grande del Alcorcón.