LOGROÑÉS 0 - LAS PALMAS 1
El Logroñés naufraga y deja la Segunda por la puerta de atrás
Un equipo blanquirrojo superado por las circunstancias perdió contra Las Palmas, que no se jugaba nada, y desciende tras un curso profesional.
Una temporada ha durado la primera experiencia de la Unión Deportiva Logroñés en el fútbol profesional. A sus aficionados ni les ha dado tiempo a disfrutarla en la grada por la pandemia. Mucha pena, poca gloria. Con todo el merecimiento del mundo se consumó el descenso. Cayó de rodillas por 0-1 ante un Las Palmas salvado y de circunstancias, de probaturas con chavales del filial. Superado por la exigencia de la categoría en los despachos, en el banquillo y en el césped, terminó en la 20ª plaza, incluso rebasado por el Sabadell, que tampoco se salvó.
Cuatro equipos se jugaban el descenso en la última jornada. Las victorias del Lugo y el Alcorcón dejaban ya sin opciones a los riojanos, que no dependían de sí mismos. Pero en caso de que cualquiera de los dos hubiera pinchado, el Sabadell sí hizo sus deberes. No hubo ningún consuelo, porque perdieron. Un horror en el momento clave, como prácticamente la segunda vuelta entera. Excepto por un mes de noviembre alentador, una sensación de intrusismo laboral, de que la Segunda quedaba muy grande.
La falta de acierto ofensivo (fue el conjunto menos goleador de LaLiga SmartBank, con 28) y su debilidad en defensa (encajó 54 tantos, como Las Palmas y el Lugo, los peores) llevaron a los hombres de Sergio Rodríguez a la Primera RFEF. Nano Mesa ejemplifica los males en ataque: angustiado por la tensión, desnortado, marró un mano a mano clamoroso en el 20’. Clemente, Rubén o Leo Ruiz no acertaron oportunidades claras. Y si la zaga al completo expone los errores atrás, la misión es más que imposible: ceden el sitio, fallan en los marcajes y regalan ocasiones con suma facilidad. Aridai Cabrera, tras una pared con Maikel Mesa, la coló en la escuadra en el 74’ para enterrar cualquier atisbo de esperanza. Pura incapacidad.
El Logroñés firmó seis triunfos consecutivos y doce partidos sin vencer en esta aventura, dos de las rachas más destacadas del curso en cada apartado. La irregularidad y la falta de recursos han sido demasiado. Porque la campaña comenzó con una plantilla muy limitada, con 16 de sus jugadores de los que subieron desde Segunda B. Los fichajes no han marcado la diferencia, y el técnico, que seguramente no hubiera aguantado en otra entidad, no supo gestionar los escasos mimbres. Toca pensar en el futuro de un proyecto que no ha llegado ni a despegar. Sólo seis futbolistas cuentan con su contrato en vigor para 2022: Álex Pérez, Medina, Iñaki, Andoni, Sierra y Siddiki.